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«La producción del espacio»: Henri Lefebvre
Voy a hablar bien claramente de un concepto, es decir, del elemento teórico: les voy a hablar de la producción del espacio. Se trata, quede claro, del espacio social. Exponer quiere decir someter al examen, es decir, a la critica. Ningún concepto teórico se impone en si. El concepto de producción del espacio desarrolla un concepto ya muy conocido, clásico, reiterativo: el de producción, pero indica un cambio en la producción, en las fuerzas productivas; se pasa de la producción en el espacio a la producción del espacio. El concepto de producción aparecia como bien determinado, bien definido y bien fijado por parte de los economistas, los historiadores, los sociólogos… pero cuando se examina este concepto aparece como mis ambiguo y complejo de lo que parecia a primera vista, cuando no estaba bien fijado, bien determinado. Si se examina este concepto, por ejemplo en Hegel y en Marx, se ve que el concepto se desdobla: de un lado hay la producción de productos: las cosas, los bienes, las mercancias, y del otro lado la producción de las obras: las ideas, los conocimientos, las ideologias e incluso las instituciones o las obras de arte.
«El trabajo: enajenación, valorización y subsunción al capital. Apuntes sobre la teoría del trabajo asalariado en Marx»: José Gil Rivero
Introducción
En los estudios sobre la obra de Karl Marx se han diferenciado dos etapas de su pensamiento. Así, la que suele conocerse como «el joven Marx», correspondiente al período de los Manuscritos: economía y filosofía, de 1844, que traduce, según algunos autores, a un Marx filosófico, preocupado por cuestiones éticas, ideológicas y existencialistas. Y un segundo período, definido como el del «Marx maduro», o científico, que ve su manifestación en El Capital, de 1876, su obra cumbre, en la que desarrolla un análisis crítico de la Economía Política. No obstante, tal como señala Ferrater Mora, «la publicación completa de los Grundrisse, de 1857–1858, ha alterado la tesis de la escisión –así como los juicios contrapuestos fundados en ella– y, según varios intérpretes, ha restablecido la ‘continuidad’ en el pensamiento de Marx» (Ferrater Mora,1991:2120)2.
«Tendencias de la rentabilidad y la acumulación en el capitalismo español (1954-2003)»: Maximiliano Nieto
En la teoría del valor-trabajo, la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (LTDTG) es el marco para analizar la acumulación y el desarrollo capitalista en el largo plazo: la rentabilidad está sujeta al juego entre una tendencia estructural -el cambio técnico que sustituye trabajo por capital- que la empuja hacia abajo, y diversas fuerzas que contrarrestan o anulan temporalmente esta caída, lo que se traduce en una fluctuación de la tasa media de ganancia en el largo plazo. Esta perspectiva fue retomada por Mandel (1979 y 1986) y desarrollada por Duménil y Lévy (2000a y 2002), y Shaikh (1989, 1990 y 2000), quien diferencia la tasa y la masa de ganancia, distinción que Mandel pasó por alto. El esquema de la LDTG permite entender el papel de la distribución y de los salarios en la dinámica de la rentabilidad y la acumulación, y descartar la interpretación de las crisis estructurales como disfunciones originadas en el plano distributivo o derivadas del conflicto de clases (por subconsumo o contracción de las ganancias).
«La teoría económica y la política: más allá del capital»; István Mészáros
1. La suerte de algunas influyentes teorías económicas
Desearía comenzar con dos casos contrastantes, que ilustran la suerte –no muy afortunada– de algunas influyentes teorías económicas.
El primer caso se desprende de una cita tomada de un reciente editorial de The Economist de Londres:
Resulta desalentador considerar precisamente cuánto gira en tomo al asunto de la productividad en los Estados Unidos. Las valoraciones de la bolsa, confusas incluso ahora según criterios históricos; la estabilidad financiera mundial; las perspectivas para el nivel de vida no sólo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo; la probabilidad de éxito a largo plazo de la combinación de baja tasa de inflación y alta tasa de empleo: todas estas cuestiones y otras más dependen de si la productividad en los Estados Unidos realmente tomó un nuevo camino de crecimiento más rápido, como se supuso en general, a finales del decenio de 1990. Durante el año pasado, se puso en evidencia que muchas de las aseveraciones hechas por la nueva economía eran falsas: la noción de que el ciclo económico estaba muerto; que el gasto en tecnología de la información era a prueba de recesión; que los métodos clásicos de valorar las acciones eran en lo sucesivo irrelevantes, etc. Ahora, sin embargo, el pilar más importante de la nueva economía ha sido, si no demolido, por lo menos gravemente golpeado. (2)
«Marxian and Keynesian critiques of Neoliberalism»: Alfredo Saad-Filho

NEOLIBERALISM HAS LOST much of its political legitimacy and nearly all
its popular appeal during the last decade. Apologias of privatization,
fiscal restraint, high interest rates, capital account liberalization, trade unionbashing and other policies overtly associated with the neoliberal reforms are in retreat. After sailing triumphantly to world domination in the eighties and nineties, neoliberalism has become a political liability. Its strident rhetoric has grown tired, and no longer brings votes – quite the contrary; neoliberal platforms must now be disguised. The political shrivelling of neoliberalism has been especially evident since the East Asian crises and the collapse of the dot.com bubble. The corruption scandals that came to light under Bush II have helped to unmask the regressive nature of the neoliberal project and its organic links with the reconstitution of US imperialism. The political retreat of neoliberalism is startlingly evident in any reputable bookshop: the number of titles purporting to defend the neoliberal reforms has declined precipitously both in quality and in market appeal, while a large number of critical works have become available to growing numbers of readers.
«La cosificación y la conciencia del proletariado» György Lukács

«Ser radical es aferrar las cosas por
la raíz. Más, para el hombre, la raíz
es el hombre mismo».
Karl Marx Contribución a la crítica de
la filosofía hegeliana del derecho
No es en modo alguno casual que las dos grandes obras maduras de Marx dedicadas a exponer la totalidad de la sociedad capitalista y su carácter básico empiecen con el análisis de la mercancía. Pues no hay ningún problema de ese estadio evolutivo de la humanidad que no remita en última instancia a dicha cuestión, y cuya solución no haya de buscarse en la del enigma de estructura de la mercancía. Es cierto que esa generalidad del problema no puede alcanzarse más que si el planteamiento logra la amplitud y la profundidad que posee en los análisis del propio Marx, más que si el problema de la mercancía aparece no como problema aislado, ni siquiera como problema central de la economía entendida como ciencia especial, sino como problema estructural central de la sociedad capitalista en todas sus manifestaciones vitales. Pues sólo en este caso puede descubrirse en la estructura de la relación mercantil el prototipo de todas las formas de objetividad y de todas las correspondientes formas de
subjetividad que se dan en la sociedad burguesa.
«Rationality and Ideology in Economics»: Duncan K. Foley

1 Rationality and Economics
“Rationality” has played a central role in shaping and establishing the hegemony of contemporary mainstream economics. As the specific claims of robust neoclassicism fade into the history of economic thought, an orientation toward situating explanations of economic phenomena in relation to rationality has increasingly become the touchstone by which mainstream economists identify themselves and recognize each other. This is not so much a question of adherence to any particular conception of rationality, but of taking rationality of individual behavior as the unquestioned starting point of economic analysis. As we shall see, mainstream economics has room for various concepts of rationality (“full rationality”, “bounded rationality”, “substantive rationality”, “procedural rationality”, to list a few) and for vigorous debates over their relative merits.
«El trabajo vivo fuente creadora del plusvalor (Dialogando con Christopher Arthur)»: Enrique Dussel
Es con suma atención, y no menor gusto, que he leído las páginas del comentario que Christopher Arthur (en adelante CA) ha escrito sobre mi obra traducida al inglés en 2001 (publicada en la edición española hace ya dieciséis años[2]). Deseo no entablar un debate, como efectúan los sofistas (que intentan meramente defender su posición teórica en cuanto tal), sino comenzar un diálogo, porque acepto plenamente muchas de sus sugerencias contrarias a mi interpretación, cuando sea necesario, aunque explicaré más claramente mis posiciones cuando opino que no han sido entendidas (como honestamente lo expresa en algunos casos, y es explicable, dado que el contenido de muchas categorías usadas por mí corresponden a las explicadas en el primer tomo que dediqué a los comentarios de las cuatro redacciones de El capital[3], y que se desarrollan más acabadamente en el tercer tomo[4]). De todas maneras mis aclaraciones, seguramente, darán motivo a nuevas distinciones de su parte, y por ello intento un diálogo y no meramente un debate académico, diálogo que, además, interesa para el desarrollo actual del pensamiento de Marx en las actuales circunstancias mundiales, donde el capital ha alcanzado un grado de explotación salvaje del trabajo vivo, en especial en el Sur del planeta.
Iré respondiendo en el mismo orden de los comentarios de CA, para referirme en el punto II a la cuestión central.
«Enrique Dussel – Hacia un Marx desconocido: Un comentario de los Manuscritos del 1861-1863»: Cristopher J. Arthur
Para mucha gente este libro será su primera introducción a Enrique Dussel, el destacado especialista latinoamericano en Marx. Aunque algunas de sus obras sobre la filosofía de la liberación han sido traducidas al inglés, no ha sido así con su monumental trilogía dedicada al cuidadoso estudio de todos los escritos económicos de Marx (Dussel: 1985, 1988, 1990). De modo que la presente traducción del segundo libro de la misma, sobre los manuscritos 1861-63 de la Crítica de Marx, debe ser gratamente bienvenida y los editores deben ser felicitados por su iniciativa.
«Apuntes sobre la historia de las teorías de la renta: Los Fisiócratas, Adam Smith y David Ricardo en la interpretación crítica de Marx» David Debrott
Presentación
El presente artículo aborda los principales aspectos de la crítica que Marx formula a la teoría ricardiana de la renta. Para ello se ha tomado como base las Teorías sobre la Plusvalía, también conocidas como «libro IV de El Capital». Dicha obra contiene las lecturas y comentarios que Marx realiza entre enero de 1862 y julio de 1863, las que a su vez son parte de los manuscritos que el autor trabajara entre los años 1861 y 1863, titulados Contribución a la Crítica de la Economía Política, que constituyen el primer proyecto sistemático de El Capital.
Su objetivo es entregar elementos de carácter teórico que permitan comprender, en la actualidad, el funcionamiento de aquellos sectores económicos vinculados a la explotación de recursos naturales y, muy particularmente, el sector minero.
«Trabajo improductivo, crecimiento y terciarización (30 años despues de «Marx y Keynes»)»: Diego Guerrero
En este artículo Diego Guerrero repasa las aportaciones del economista marxista Paul Mattick en la crítica que en su día lanzó a los postulados de la economía keynesiana. El libro de Mattick «Marx y Keynes» (1969) México, ed. Era sigue conservando toda su frescura y es altamente recomendable.
Diego Guerrero expone una visión crítica con las teorías de la terciarización de la economía y desarrolla la relación del trabajo de servicios con la categoría marxista de trabajo productivo/improductivo.
«Tasa de ganancia – Tasa de plusvalía – Composición orgánica del capital, Estados Unidos»: Marcel Roelandts
Capitalistmo & Crisis Económica
- Tasa de ganancia – Tasa de plusvalía – Composición orgánica del capital, Estados Unidos
- La tasa de plusvalía y sus determinantes, Estados Unidos (1948-2008)
- La composición orgánica del capital y sus determinantes, Estados Unidos (1951-2008)
- El cuadro metodológico de la teoría de las crisis en Marx y su validación empírica
- Salarios y productividad (EEUU)
«Introduction to Money and Totality: Marx’s Logic in Capital «: Fred Moseley
Marx considered his theory of money to be one of his main accomplishments and a significant advance over Ricardo’s theory and classical economics in general, which had simply taken money for granted, or explained the existence of money in ad hoc fashion, on the basis of the practical difficulties of barter, unrelated to any theory of value.
«El problema del trabajo productivo»: Mariano F. Enguita
«La mayoría de los autores marxistas sostienen un concepto del trabajo productivo que restringe éste al de los obreros industriales que trabajan para el capital. Quedan fuera, por consiguiente, los trabajadores asalariados de los servicios, el comercio y las finanzas. Algunos de entre ellos, además, consideran que el concepto de trabajo productivo es idéntico al de clase obrera con lo cual son excluidos de ésta los trabajadores asalariados ya citados y, a fortiori, los del Estado, cualesquiera que sean sus condiciones de trabajo»
«Economía y filosofía en El capital de Marx: La teoría laboral del valor»: Diego Guerrero
I. Mi lectura de El capital
Decía su amigo Engels que Marx (1818-1883) fue ante todo un revolucionario. Y es cierto. Pero hay que añadir: un revolucionario muy especial. Por una parte, el socialismo y el comunismo son hoy y para siempre ideas inseparables del pensamiento de Marx, para quien «la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los propios trabajadores». Pero, por otra, Marx es un revolucionario muy especial porque, aunque su figura es incomprensible sin su conexión práctica con el movimiento obrero y la I Internacional, además filosofó y analizó teóricamente las condiciones sociales de la revolución presente y, a nuestro juicio, lo hizo con más profundidad y visión que ningún otro pensador, obrero o no. Desde Marx sabemos por qué el capitalismo no puede ser eterno, por qué es el propio desarrollo de este sistema social lo que engendra el comunismo y por qué este cambiante estado de cosas no altera una verdad esencial: que mientras haya capitalismo surgirán, surgiremos, continuamente nuevos comunistas.
























