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«La actualidad del pensamiento político de Antonio Gramsci»: Jordi Mir, Joan Tafalla, Víctor Ríos

17/02/2017 Deja un comentario

Taller «La actualidad del pensamiento político de Antonio Gramsci» de la Escuela de Invierno de Izquierda Unida 2017 organizada por la FEC.

Intervienen:
· Marga Ferré – Presidenta de la FEC
· Jordi Mir – Universidad Pompeu Fabra
· Joan Tafalla – Espai Marx
· Víctor Ríos – Centro Estudios Movimientos Sociales de la UPF

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«Tres etapas de la visión metrópoli satélite»: Claudio Katz

17/02/2017 Deja un comentario

gunder_frankAndré Gunder Frank fue un conocido intelectual que en los años 60 participó en la gestación de la teoría marxista de la dependencia. Buscó dilucidar las peculiaridades de la relación centro-periferia analizando los orígenes y las características del capitalismo.

Frank adoptó sucesivas visiones centradas en el atraso latinoamericano, la dinámica del sistema mundial y el protagonismo internacional de Asia. En cada abordaje suscitó intensas polémicas por su tendencia a radicalizar la discusión contradiciendo sus planteos previos. Su evolución fue muy ilustrativa de los distintos perfiles que asumió el debate sobre el subdesarrollo.

VARIEDAD DE ENFOQUES

El primer Frank en los años 60 afirmó que América Latina padecía una gravosa apropiación de excedentes por su inserción subordinada en el mercado mundial. Señaló que esas confiscaciones perpetuaban el estancamiento de la región.

Remontó el origen de ese sometimiento a la época colonial y recordó que Iberoamérica se integró en forma dependiente al capitalismo mundial. Por eso quedó encadenada a un circuito que favoreció primero a los centros metropolitanos (España, Portugal) y luego a la potencia dominante (Gran Bretaña).

Con ese presupuesto de capitalismo de larga data, Frank postuló que el subdesarrollo era inherente a un sistema, que operó en forma polarizada desde su nacimiento. Subrayó que el capitalismo era sinónimo de atraso para el pasado, presente y futuro de América Latina (Frank, 1970: 8-24). Leer más…

«Capital, fuerza de trabajo y relaciones de género»: Susan Ferguson, David McNally

16/01/2017 1 comentario

9781608463404-f_medium-3e2457e2af211ce9a47d2c3ad6d15b75Introducción a la edición de Historical Materialism de «El marxismo y la opresión de las mujeres. Hacia una teoría unificada». Marxism and the Oppression of Women. Toward a Unitary Theory. Lise Vogel (2013). Chicago: Haymarket Books.

Agradecemos a los amigos de Historical Materialism la amable autorización para la publicación íntegra de la presente traducción.

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La vida de los libros es curiosa. Mientras algunos se elevan a las cumbres del éxito sobre una ola de aclamación pública, otros rápidamente se sumergen en la oscuridad. También están aquéllos que desarrollan una larga existencia subterránea, sobreviviendo gracias a los esfuerzos de pequeños grupos de devotos seguidores que divulgan la palabra desafiando el muro del silencio. Ésta última es la historia del libro de Lise Vogel «El marxismo y la opresión de las mujeres. Hacia una teoría unificada». Publicado por primera vez en 1983, el trabajo de Vogel apareció en un momento de agudo desconcierto en el movimiento feminista socialista, precisamente las coordenadas en las que el libro se había gestado. Tambaleándose bajo los golpes de martillo del neoliberalismo en el ámbito político y la teoría posmoderna en el plano intelectual, y profundamente desorientado por el repliegue de la clase trabajadora, el socialismo y el movimiento de mujeres, el feminismo socialista se aferró desesperadamente a una existencia marginal en los bordes de la vida política e intelectual. Una década antes, un libro como el de Vogel habría sido un pararrayos atractor de enérgicas discusiones y debates. A mediados los años ochenta, sin embargo, apenas fue detectado por el radar cultural. Leer más…

«Ordoliberalismo y muerte de la democracia liberal»: Una entrevista con Werner Bonefeld.

16/01/2017 Deja un comentario

werner_bonefeld_400rtv01Entrevista a cargo de George Souvlis.

George Souvlis: ¿Puedes explicarnos brevemente tu formación intelectual y política?

Werner Bonefeld: Una de las experiencias formativas más importantes que he tenido fue trabajar en una fábrica. Estudiar era fácil, en comparación, cosa que hice en las universidades de Marburgo, Berlín y Edimburgo. El marxismo que se impartía en Marburgo era demasiado dogmático, no nos alentaba a pensar por nosotros mismos. Al cabo de dos años me mudé a Berlín para continuar mis estudios en la Universidad Libre, y ahí se colocaron varias piezas de golpe. Mi profesor favorito era Agnoli, que era uno de los marxistas más reconocidos de su generación. Él sí permitía y valoraba positivamente que los estudiantes pensaran por sí mismos y además era un gran orador. Una parte del programa de estudios consistía en hacer trabajo de campo. En mi caso, primero trabajé como mozo de mudanzas y después como asistente de investigación en el sindicato de profesores de Alemania occidental, por lo cual cobraba. Jamás antes había ganado dinero por leer y escribir (la investigación que desarrollaba estaba relacionada con la escolarización alternativa, en oposición a la provista públicamente). Rápidamente entendí el significado del aquello que decía Marx en relación a los trabajadores productivos: no se trata de una suerte sino de una gran desgracia, a lo que podría añadírsele que tampoco es un privilegio ontológico, tal y como lo consideró toda una tradición del materialismo histórico. Cuando estudiaba en Berlín a principios de los ochenta se vivía una gran inquietud en las calles, desde el movimiento pacifista al okupa. Conocí a Kosmas Psychopedis en Edinburgo poco después, quien visitaba a menudo a John Holloway, que terminó siendo mi director de tesis doctoral junto con Richard Gunn. Kosmas era todo un personaje y un buen amigo. Leer más…

«Ideal socialista y socialismo real»: Adolfo Sánchez Vázquez

16/01/2017 Deja un comentario

marx-streetart-1200-proNota introductoria de la Revista Nexos

Adolfo Sánchez Vázquez. Entre otras obras ha publicado Las ideas estéticas de Marx (Editorial ERA. 1965, con varias reediciones), una antología en dos volúmenes: Estética y marxismo (ERA), y Política y praxis (Ed. Grijalbo).

Ponencia presentada en el simpósium Internacional “Del socialismo existente al nuevo socialismo” organizado por el Movimiento al Socialismo (MAS) de Venezuela en Caracas del 27 al 31 de mayo de 1981. Las ideas fundamentales del presente texto fueron expuestas en el Seminario sobre “Los nuevos procesos sociales y la teoría política contemporánea” organizado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM en Oaxaca del 30 de marzo al 5 de abril de 1981.

El socialismo como ideal y como necesidad histórica

Cualesquiera que sean las formas que haya revestido históricamente el socialismo, siempre ha significado un modelo alternativo de sociedad y, por tanto, una meta a alcanzar o una aspiración a cumplir. Con ello queremos decir también que es un ideal y al decirlo no pasamos por alto lo que Marx y Engels declaran en La ideología alemana: “Para nosotros el comunismo no es un estado que debe implantarse, un ideal al que haya de sujetarse la realidad. Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula y supera el estado de cosas actual”.[2] Este ideal que Marx y Engels rechazan es el que pretende sustentarse a sí mismo, independientemente de las condiciones necesarias para su realización: un ideal por ende que no requiere apoyarse en un conocimiento de la realidad que ha de ser anulada y superada ni del sujeto que ha de llevar a cabo esa transformación ni de los medios adecuados para llevarla a cabo. Como simple blanco de una aspiración, ese ideal es una utopía: no en el sentido platónico que hace superflua su realización, dadas su perfección y autosuficiencia, sino en el socialista utópico de una aspiración a realizar condenada a su irrealización. Ahora bien, para que el socialismo fuera una fuerza ideológica movilizadora “como meta del movimiento social” -meta que los socialistas utópicos “al criticar a la sociedad actual, describían claramente”,[3] se requería precisamente una crítica de su utopismo. Y tal es el paso que dieron Marx y Engels al contraponer al “ideal al que haya de ajustarse la realidad” el que surge de lo real mismo como posibilidad no realizada todavía pero realizable. Al socialismo ideal, utópico, no al ideal socialista, sucedió así el socialismo científico. Leer más…

«Lo universal»: Evald Iliénkov

16/01/2017 Deja un comentario
ilienkov202En la historia de la filosofía el término de “lo universal” sirvió para la expresión de dos conceptos distintos en dependencia de cómo se concebía el problema de la relación de lo universal (de logeneral) con lo singular y lo particular.

1) Lo universal como parecido, como lo separado abstractamente de todos los fenómenos singulares y particulares, como la identidad abstracta de todas o de muchas cosas y fenómenos en una u otra relación unos con otros, como rasgo propio a todos ellos, sobre cuya base se unifican mentalmente en una u otra clase, conjunto, tipo o género. En la expresión, por ejemplo, “todas las personas son mortales”, la “mortalidad” aparece en calidad de rasgo general para todas las personas.

2) Lo universal como ley de la existencia, cambio y desarrollo de los fenómenos particulares y singulares en su ligazón, interacción y unidad. En esta acepción, lo universal actúa como sinónimo de la “unidad en la diversidad” y se cristaliza en la realidad en forma de ley que enlaza la diversidad de fenómenos en un todo único, en un sistema. Este significado del término “universal” se apoya en el matiz etimológico de la palabra “común” [1], contenido en las expresiones: “nuestro conocido común”, “el terreno común” (esdecir, el terreno labrado de común acuerdo, conjuntamente, colectivamente), “el Sol constituye el centro común para todos los planetas”, etc.

Doctrinas distintas, que de un modo diferente solucionan el problema de la naturaleza de lo “general” y su relación con las cosas y fenómenos singulares, se inclinan a una u otra de estas acepciones de lo universal.

Ya los representantes más tempranos de la antigua filosofía griega que partían de una visión espontáneamente dialéctica sobre el mundo de los fenómenos por ellos conocidos, se afanaron en presentar toda la variedad de fenómenos percibidos sensorialmente como producto del desarrollo de uno y el mismo principio, común a todos ellos; lo universal en este sentido –como sinónimo de la unidad en la infinita variedad de los fenómenos de la naturaleza– ellos lo buscaron en algo definidamente corpóreo [2]. Tales consideraba el agua como ese principio universal de todo lo existente; para Anaximandro, el apeyron, la materia amorfa por su cualidad e indeterminada por la cantidad, mientras que Heráclito veía lo universal en el fuego, como ese elemento del que todo surge y al cual todo regresa. Con el fuego, como con lo universal, Heráclito relacionó también la representación sobre la ley según la cual tiene lugar esta circulación universal. El “Logos Universal” él lo veía concretamente en la transformación y lucha de contrarios, y no en la marchita identidad abstracta de los fenómenos unos con otros. En esto consistía la dialéctica espontánea en la concepción de lo universal. En la antigua filosofía china lo universal era concebido de manera similar y se le denominaba Tао.
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«Les violències contra les dones estan connectades, tenen les seves arrels en la desestructuració del treball del neoliberalisme»: Silvia Federici

16/01/2017 Deja un comentario

141007_silviafederici_019L’anàlisi feminista de l’etapa de la transició del feudalisme al capitalisme i del treball reproductiu no assalariat com a suport del sistema capitalista han convertit a Silvia Federici, escriptora, activista i professora de la Universitat de Hofstra de Nova York, en un referent per comprendre la interconnexió entre la crisi sistèmica del capital i l’increment de les diferents formes de violències cap a les dones. El seu pas per Equador per participar en diferents trobades amb l’acadèmia i moviments feministes durant el passat mes de maig, va permetre una conversa en la qual de manera crítica analitza l’actualització directa i indirecta de la caça de bruixes i les conseqüències de les polítiques extractivistes sobre les vides i els cossos de les dones a Amèrica Llatina.

La crisi del sistema ha tingut un greu impacte per a les dones en diversos aspectes, però també de manera diferenciada segons territoris. Quines són les conseqüències que es poden identificar a nivell global tant en l’àmbit del treball com en el reproductiu?

La crisi capitalista ha significat coses molt diferents per a les dones, segons els llocs del món, però igualment hi ha elements comuns. Les dones avui s’enfronten d’una manera molt diferent, però contundent, amb una crisi molt forta de la reproducció a tots els nivells com a conseqüència del fracàs de l’estat de benestar, el fracàs del salari masculí, el de la política de la plena ocupació, que ha obligat a moltes dones a sortir de la casa, prendre un segon treball que s’ha afegit al treball domèstic no pagat, així que ara la jornada laboral de les dones és una jornada sense fi. Les dones avui han de treballar fora i dins de la casa per recuperar tots els talls dels serveis socials que l’estat ja no realitza. Als Estats Units, les dones es troben en una crisi existencial, personal i col·lectiva, molt forta, i s’han convertit en les majors consumidores d’antidepressius. El nombre de suïcidis de dones s’ha elevat i es calcula que l’esperança de vida d’una dona proletària sense recursos és cinc anys més jove que la de la seva mare. A nivell més internacional, les dones de les àrees rurals d’Amèrica Llatina i d’Àfrica es troben amb un atac molt greu al territori, la qual cosa implica un impacte específic cap a elles. Es tracta d’una agressió a les formes de cultiu de subsistència, que per a moltes dones són una manera de tenir autonomia del mercat i sustentar la seva família en un context social on la comunitats han estat desmonetaritzades com a conseqüència de l’ajust estructural, amb la desocupació, i moltes vegades amb la despulla de la terra que posseïen. Leer más…

«Luchas de clases y fracturas del sujeto en el actual drama latinoamericano»: David Pavón-Cuéllar

16/01/2017 Deja un comentario

Lucha de clases en Latinoamérica

Los primeros años del tercer milenio despertaron grandes esperanzas en quienes creemos que la izquierda ofrece el único futuro viable y digno para Latinoamérica. En apenas una década, entre 2000 y 2010, varios mandatarios tomaron sus distancias respecto al neoliberalismo y reorientaron el rumbo del continente hacia diversas formas de populismo de izquierda: primero Chávez en Venezuela; después Lula en Brasil, los Kirchner en Argentina y Tabaré Vázquez en Uruguay; enseguida Evo en Bolivia, Correa en Ecuador, Bachelet en Chile y Manuel Zelaya en Honduras; finalmente Ortega en Nicaragua, Lugo en Paraguay, Funes en El Salvador, Mújica en Uruguay y –en cierta medida– Humala en Perú.

Aún ascendíamos hacia la cresta de la ola progresista cuando ya sentimos el jaloneo de una resaca reaccionaria caracterizada por una estrategia golpista de nuevo tipo centrada en ataques mediáticos, presiones económicas, movilizaciones colectivas, conspiraciones gubernamentales, maniobras legales, juicios políticos expeditivos y un uso dosificado y puntual del ejército y la policía. Tras la fallida intentona golpista contra Chávez en Venezuela (2002), vinieron los golpes exitosos contra Zelaya en Honduras (2009), Lugo en Paraguay (2012) y Dilma en Brasil (2016). Algunos aspectos de la misma estrategia fueron observados en el desafuero y la campaña de los medios contra López Obrador en México (2005-2012), en la crisis política del 30S en Ecuador (2010) y en distintas acciones contra Cristina Fernández de Kirchner, entre ellas el paro agropecuario patronal (2008) y la movilización conocida como 8N (2012). La reacción también regresó al poder por la vía electoral, como con Macri en Argentina (2015); o bien, se mantuvo en el gobierno, como en Colombia, o revistió formas añejas que se creían superadas, como en México (2012), donde el movimiento regresivo llevó a reinstaurar lo que se conoció alguna vez como dictadura perfecta, en una versión actualizada, particularmente sórdida y ominosa. Leer más…

«El agotamiento de la fase histórica actual del capitalismo»: Guglielmo Carchedi

16/01/2017 Deja un comentario

Un argumento clave para la teoría de la historia y la revolución de Marx es que «Ningún orden social perece antes de que se han desarrollado todas las fuerzas productivas a las que puede dar curso» (Crítica de la Economía Política, Prefacio). Ahora, si el marxismo es una ciencia, debe ser verificable empíricamente. Pero esta verificación es también importante por otra razón. Como dice Gramsci, «La crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo muere y lo nuevo no acaba de nacer.» (Cuadernos de la cárcel , «La influencia del materialismo» y «crisis de autoridad», Volumen I, tomo 3, pág. 311 , escrito alrededor de 1930). El análisis empírico también nos permite comprender por qué y sobre todo cómo lo viejo muere.

En la fase actual de la historia – es decir, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad – el capitalismo se encuentra con un límite cada vez más insalvables debido a la contradicción entre el crecimiento de la productividad del trabajo por un lado y las relaciones de producción, entre el trabajo y el capital, por el otro. Esta contradicción es cada vez más fuerte y el capitalismo está agotando su capacidad para desarrollarse en el contexto de esta fase histórica. La forma concreta adoptada por esta contradicción, su creciente incapacidad para desarrollarse, son crisis cada vez más violentas.

El punto clave es la tasa de ganancia, el indicador clave de la salud de la economía capitalista. En el ámbito de una nación o grupo de naciones, lo que cuenta es la tasa media de ganancia. Consideremos en primer lugar la tasa promedio de ganancia de Estados Unidos, la nación que todavía es, con mucho, la más importante. Las estadísticas muestran que la tasa de ganancia de los EE.UU. está en un estado de caída irreversible. La caída es tendencial, es decir, a través de ciclos económicos ascendientes y descendentes. Sin embargo, la tendencia es claramente a la baja.

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“Todos los feminismos son de clase”: Isabel Benítez

16/01/2017 Deja un comentario

screen-shot-2015-01-07-at-12-42-20-pmEn numerosas charlas y textos tuyos hablas de feminismo de clase. ¿Cuál sería su opuesto? El feminismo de, por ejemplo, Cristina Cifuentes, Inés Arrimadas o Andrea Levy también es un feminismo de clase.

Todos los feminismos son de clase, otra cosa es que seamos conscientes o no. Es decir, se traducen en políticas, reivindicaciones y programas de lucha concretos en los que se refleja cuáles son nuestras prioridades, si todas las mujeres o sólo algunas, por decirlo en términos sencillos. Cifuentes, Arrimadas y Levy tienen muy claro que su única meta es conquistar la igualdad de oportunidades para que selectas mujeres puedan explotar en las mismas condiciones a otras mujeres y hombres. Para el feminismo burgués, en el mejor de los casos, el derecho al aborto es una mera libertad formal. Para nosotras, es un derecho que si no lo garantizas materialmente (en la sanidad pública y gratuito) es papel mojado. Para el feminismo liberal burgués, la libertad de mercado y la libertad individual formal son la unidad de medida de la emancipación femenina. Que los salarios sean miserables, la amenaza de un desahucio o una sanidad pública colapsada no son problemáticos ni para la crianza, ni la educación ni la familia.

¿Hay que insistir, entonces, con el feminismo de clase?

Si muchas compañeras estamos hablando de “feminismo de clase” es porque nos piden con ese título las charlas, pero también en otro sentido. La pugna político-ideológica en este campo es respecto a los feminismos de los años 1990 y 2000, que pusieron las identidades (sexual, racial, orientación sexual) en el centro, desplazando temas clave como el reparto de la riqueza, y que a menudo son reactivos a incorporar en la lucha de clases en su análisis, que en el mejor de los casos hacen una trinchera decididamente feminista pero que es anticapitalista en sentido abstracto. Es un feminismo interclasista que ha tenido muchísimo predicamento en la academia y que a nivel político es muy impotente y en según qué momento, incluso se desliza a la manida “guerra de sexos” en lugar de una política de clase anti-patriarcal. Es obligado reconocer que las “organizaciones de clase” han dado una respuesta aberrante a las reivindicaciones feministas desde hace décadas, ya no digamos respecto a la homosexualidad, pero es sintomático que evoquemos la lucha de las sufragistas (que pelearon por el sufragio censitario de las mujeres blancas, jamás lo olvidemos) y nadie quiera saber que las bolcheviques fueron las primeras mujeres del mundo que conquistaron el derecho al aborto público, gratuito y seguro, y el derecho al voto a principios del siglo XX, cuando hasta los años 70 las francesas no podían conducir un coche sin permiso del marido. Leer más…

«La revolución rusa y nosotros»: Josep Fontana

16/01/2017 Deja un comentario

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Hacia 1890 los partidos socialistas europeos, agrupados en la Segunda Internacional, habían abandonado la ilusión revolucionaria y defendían una vía reformista que les tenía que llevar a integrarse en los parlamentos burgueses, confiando en que un día podrían acceder al poder en través de las elecciones y que desde allí procederían a transformar la sociedad. De esta manera los partidos socialistas alemán, italiano, español, francés, que mantenía todavía el nombre de sección francesa de la Internacional Obrera, o el laborismo británico optaron por una política reformista, aunque conservaran la retórica revolucionaria del marxismo para no desconcertar a sus seguidores obreros, que debían seguir creyendo que sus partidos luchaban por una transformación total de la sociedad.

La contradicción entre retórica y praxis estalló con motivo de la proximidad de la Gran Guerra de 1914. En el congreso que la Internacional socialista celebró en Basilea en noviembre de 1912 se proclamó que «era el deber de las clases obreras y de sus representantes parlamentarios (…) realizar todos los esfuerzos posibles para prevenir el inicio de la guerra» y que, si ésta finalmente empezaba, debían intervenir para que terminara rápidamente y «utilizar la crisis económica y política causada por la guerra para sublevar el pueblo y acelerar la caída del gobierno de la clase capitalista «. El congreso proclamaba, además, su satisfacción ante «la completa unanimidad de los partidos socialistas y los sindicatos de todos los países en la guerra contra la guerra», y llamaba  «a los trabajadores de todos los países a oponer el poder de la solidaridad internacional del proletariado al imperialismo capitalista».

Pero en la tarde del 4 de agosto de 1914 tanto los socialistas alemanes, que habían organizado actos contra la guerra hasta unas semanas antes, como los franceses aprobaron de manera entusiasta en sus respectivos parlamentos la declaración de la guerra y votaron los créditos necesarios para iniciarla. El Partido Socialdemócrata alemán, además, aceptó una política de tregua social que comportaba los compromisos de no criticar al gobierno y de pedir a los obreros que no hicieran huelgas mientras durase la guerra. En cuanto a los laboristas británicos, no sólo aprobaron la guerra, sino que acabaron integrándose en un gobierno de coalición.

En Rusia las cosas fueron de otra manera, ya que su partido socialdemócrata, dividido en las dos ramas de mencheviques y bolcheviques, no solamente no tenía representación en el parlamento, sino que era perseguido por la policía. A comienzos de 1917 los bolcheviques tenían algunos de sus dirigentes desterrados a Siberia, como Stalin y Kamenev, mientras otros vivían en el exilio, como Lenin, que se había instalado en Suiza, en la ciudad de Zúrich, mientras Trotsky se encontraba entonces en Nueva York. Leer más…

Categorías: Lucha de clases

«Qui pot comprar el cel?»: Ivan Gordillo

16/01/2017 Deja un comentario

qui-pot-comprar_web-182x300Comentari del llibre Qui pot comprar o vendre el cel, la força de treball o l’escalfor de la terra? Antologia sobre la propietat privada i el treball assalariat. Diversos autors, Pròleg de Josep Manel Busqueta, Ed. Tigre de Paper, 2016.

Són molt pesants aquestes moles d’or i de plata. Quant pesarien, calculades en sang? Guaicaipuro Cuatémoc

Qui pot comprar el cel… és un recull de textos, com el seu subtítol indica, sobre la propietat privada i el treball assalariat que ens permet abordar debats de gran importància a l’hora d’analitzar críticament el capitalisme i pensar un horitzó emancipador. El llibre editat amb molta cura per Tigre de Paper no és però una antologia de textos acadèmics sinó un recull amb una clara voluntat política tant pel tipus d’articles que han seleccionat com pel format del llibre. Qui pot comprar el cel… és un d’aquells llibres que caben a la butxaca de la jaqueta, que es porten a sobre, per ensenyar als amics, per discutir, que es llegeix a cara de gos robant-li uns minuts a la pausa per dinar o abans d’entrar a la feina, al transport públic… els articles breus així ho permeten. És un d’aquells llibres que hauria de canviar de mans sense parar.

La propietat privada i el treball assalariat són tant antics com el capitalisme. El llibre que ens ocupa, però, aconsegueix actualitzar el debat sobre la lluita de classes: incorpora la qüestió ecològica, l’opressió de les dones i el racisme, dimensions que no es poden deslligar de la construcció d’una societat que pretengui superar la preeminència del capital i les seves relacions socials.

El llibre el podríem dividir en tres grans apartats: 1) la propietat dels recursos naturals, 2) el treball assalariat i la seva explotació a escala internacional i 3) l’emancipació de la classe treballadora i les lluites en defensa dels recursos naturals. La diversitat dels relats és la potència d’aquest llibre que ens mostra una humanitat colonitzada pel capitalisme i el seu universal enfrontament de classe en la defensa i reconstrucció del comú. Des del Gran Cabdill amerindi Seatlle fins els i les treballadores del tèxtil bengalís, passant pels activistes contra l’extracció privada i contaminant de potassa al Bages, el ventall de personatges d’aquesta història sobre l’expropiació capitalista és diversa, multicultural i travessada de moments històrics i contextos geogràfics diferents. L’explotació, i els mecanismes que l’acompanyen com l’opressió de gènere, l’espoli del medi ambient o la financiarització i establiment de la deutecràcia, és el fil que connecta la lluita de Chico Mendes per la defensa de la selva amazònica amb les reivindicacions de les dones treballadores per la igualtat de gènere, passant per la denúncia de l’espoli colonial que fa el cacic indígena de les tribus del Carib Guaicaipuro Cuatémoc. Leer más…

«Karl Marx y la interseccionalidad»: Kevin B. Anderson

16/01/2017 Deja un comentario

2bd1ad8adb0319e149550c1e00d89d09A finales del siglo XX, un discurso teórico de la interseccionalidad se hizo casi hegemónico en muchos sectores de la vida intelectual radical. En este discurso, que se refería a las cuestiones sociales y los movimientos alrededor de la raza, el género, la clase, la sexualidad y otras formas de opresión, se decía a menudo que debemos evitar cualquier tipo de reduccionismo de clase o esencialismo en que el género y la raza son subsumidos bajo la categoría de clase.

A lo sumo, se dijo, los movimientos alrededor de la raza, el género, la sexualidad o la clase social pueden cruzarse entre sí, pero no puede unirse fácilmente en un solo movimiento en contra de la estructura de poder y el sistema capitalista que, según los marxistas, está detrás de él. Por lo tanto, la interseccionalidad real de estos movimientos sociales -en contraposición a su separación- por lo general se ve como bastante limitada, tanto como realidad como posibilidad. Decir lo contrario corría el peligro de caer en el abismo de reduccionismo o esencialismo.

Tomemos el ejemplo de la opresión racial y su potencial interseccionalidad con la opresión de clase. Lemas populares en períodos anteriores, como «Negro y blanco, unirse y luchar» [“Black and white, unite and fight,”], retrocedieron en cierto modo a raíz de la interseccionalidad. Hasta cierto punto, esto era un hecho positivo, ya que reconoce la singularidad de la opresión y la creatividad de las luchas de los afroamericanos para la auto-liberación, y el fracaso concomitante en muchos casos del trabajo blanco para unirse con la mano de obra negra debido al profundo racismo de la sociedad estadounidense, un racismo al que los trabajadores blancos no eran inmunes. En otro nivel, sin embargo, la nueva postura era problemático, ya que algunas variedades de teoría de la interseccionalidad tendían a negar cualquier posibilidad seria de la unidad de clase contra el capital a través de líneas raciales.

¿Dónde deja esto la discusión de Karl Marx, el pensador más grande en términos de capitalismo y la posibilidad de superarlo? Leer más…

«Trump no es el fin de la globalización»: Claudio Katz

16/01/2017 Deja un comentario

ar-claudio-katz-600x358Entrevista a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI) a cargo de Mario Hernandez (Rebelión).

M.H.: Ha comenzado un nuevo año, en el que estamos conmemorando el 58º aniversario de la Revolución cubana, en un momento muy especial para la isla debido, entre otras cosas, al fallecimiento de Fidel Castro, el restablecimiento de relaciones con EE.UU., no así el levantamiento del bloqueo y un nuevo gobierno en los EE.UU. que no parece ser muy amigable con Cuba. ¿Qué reflexiones te merece todo esto?

C.K.: La coyuntura de Cuba ha quedado momentáneamente suspendida en cuanto a su análisis por el impacto del fallecimiento de Fidel, que fue la gran figura revolucionaria de América Latina del último siglo. Todos los medios cubrieron detalladamente el hecho, aunque en un modo más bien descriptivo, señalando que Fidel estuvo presente en los principales acontecimientos de los últimos 50 años. A nadie se le escapa el apabullante peso histórico que tuvo Fidel, sobre todo, porque ningún otro país de esa dimensión le infringió tantas derrotas al Imperio, yo creo que es un David que obligó a un Goliat a establecer relaciones diplomáticas como un hecho bastante poco común.

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Categorías: Lucha de clases

«La victoria de Trump: un peligroso, abiertamente racista y misógino giro del capitalismo»: Peter Hudis

28/11/2016 Deja un comentario

Estimados camaradas,

Para los movimientos emancipatorios de los Estados Unidos, en realidad de todo el mundo, la elección de Donald Trump como nuevo Presidente ha supuesto un durísimo revés. Mientras asimilamos las implicaciones del desarrollo de los hechos recientes y nos preparamos para responder a ellos en base a unos firmes principios de marxismo humanista, hay una serie de cuestiones que creo debemos tener muy presentes.

En primer lugar, no debemos subestimar el hecho de que ahora, aquellos racistas, machistas y anti-izquierdistas furibundos que se envalentonaron, se desencadenaron, durante la campaña de Trump, puedan pasar directamente a encararse con todo aquel, sea quien sea, con el que disientan- desde activistas antirracismo hasta feministas y de defensores de los derechos LGTB hasta aquellos que impugna la agenda procapitalista. Es señal de ello el gran número de seguidores y simpatizantes de Trump- muchos de los cuales tal vez no habrían mostrado su tendencia política antes de las elecciones- que ahora se están dirigiendo a hispanoamericanos, musulmanes y otros en términos del estilo “parece que ha llegado la hora de que empecéis a hacer las maletas”. Los que infligen semejante acoso verbal no dudarán en llevarlo más lejos, a una expresión más virulenta, especialmente cuando se trate de afroamericanos, activistas en favor de los derechos de los inmigrantes, feministas y otros que han levantado sus voces (y continuarán haciéndolo) frente a todo lo que Trump y sus seguidores representan. La percepción que tienen muchos inmigrantes y minorías después de las elecciones – “ya no somos bienvenidos en este país”- no hay duda que se irá haciendo más y más evidente a lo largo de los siguientes meses. Leer más…

Categorías: Lucha de clases