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«The necessary reconstitution of the historical dialectic»: István Mészáros
AS WE know, the modern state was not formed as a result of some direct economic determination, as a mechanical super-structural outcrop, in conformity to a reductivist view of the sup-posedly one-sided material domination of society, as presented in the vulgar Marxist conception of these matters. Rather, it was dialectically constituted through its necessary reciprocal interaction with capital’s highly complex material ground. In this sense, the state was not only shaped by the economic foundations of society but it was also most actively shaping the multifaceted real-ity of capital’s reproductive manifestations throughout their his-torical transformations, both in the ascending and in the de-scending phase of development of the capital system.
In this complex dialectical process of reciprocal interchange the historical and the transhistorical determinations have been closely intertwined, even if in the course of the capital system’s descending phase of development we had to witness a growing violation of the historical dialectic, especially under the impact of the deepening structural crisis. For the defence of the estab-lished mode of societal reproduction at all cost, no matter how wasteful and destructive its impact by now even on nature, can only underline the historical anachronism and the corresponding untenability of a once all-powerful mode of productive societal reproduction, which tries to extend its power in a “globalized form” at a time when the absolute systemic limits of capital are being activated on a global scale.
Audio de la presentació del llibre «Nuestro Marx» de Néstor Kohan a la conferència inaugural de la UCPC 2011
L’exposició es va centrar en l’explicació sintètica del darrer llibre de Kohan “Nuestro Marx”, producte de les discussions a la Càtedra Libre Ché Guevara. Entre altres, també va realitzar una crida a la necessitat de formació teòrica per tal d’orientar una bona praxis política comunista i contra la fragmentació del coneixement.
Crònica de la conferència
Prologat per membres de les FARC-EP, el llibre té com a objectiu la crítica dels “paradigmes” intel·lectuals que han dominat el pensament acadèmic des de mitjans dels vuitanta, d’una banda; i d’altra, fer una crítica explícitament diferenciada de les tradicions dels marxisme, és a dir, de les elaboracions de Marx divulgades i defensades per diferents famílies de l’esquerra pretesament rupturistes o transformadores.
Les anomenades “metafísiques post” (postmodernisme, postmarxisme, postestructuralisme i multiculturalisme) s’han de contextualitzar com a productes teòrics de la derrota de les revoltes del 68. Segons Kohan, aquestes van fer de la debilitat virtut tot apujant la fallida conjunctural com a teoria que va renunciar a la conquesta del poder i a l’enfrontament de l’Estat, això sí, sota una “gestualidad pseudolibertaria y una cierta inspiración en los relatos antiutópicos como 1984”.
«Anti-manual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos»: Ludovico Silva
En el Antimanual Para Uso de Marxistas, Marxólogos y Marxianos, Ludovico Silva nos invita a re-descubrir la esencia de la filosofía de Karl Marx desde su lectura directa, separándonos así de los dogmas y las máximas irrevocables equivocadamente expuestas –e impuestas- en los antiguos manuales marxistas soviéticos que se han mantenido vigentes a través del tiempo.
“Hace algún tiempo tuve la oportunidad de combatir, en un periódico venezolano, con uno de estos doctores de la iglesia marxista. En un arranque de originalidad, este doctor decía: «el marxismo es la ciencia que utiliza el método dialéctico en el estudio de los fenómenos sociales». Después de haberse buscado una frase como esa, extraída de algún manual soviético, la dejó caer ante mis narices como quien deja caer las tablas mosaicas de la Ley de Dios. Yo le pregunté ingenuamente si él sabía en verdad lo que era la dialéctica, y por supuesto, no me respondió nada. «La dialéctica es el método marxista», repetía sin cesar el loro intelectual.”
«The nature of the bourgeois state and its place in liberal political thought»: Werner Bonefeld
The radical academic and founder of the ‘Open Marxism’ school spoke at the CPGB’s weekend school on the Fundamentals of political econmy on January 21-22 2012 in London. Werner spoke on «The nature of the bourgeios state and its place in liberal political thought»
«La teoría marxista hoy Problemas y perspectivas»: Atilio A. Boron, Javier Amadeo y Sabrina González (compiladores)
Elmar Altvater; Javier Amadeo; Perry Anderson; John Bellamy Foster; Daniel Bensaïd; Atilio A. Boron; Alex Callinicos; Marilena Chaui; Terry Eagleton; Francisco Fernández Buey; Sabrina González; Pablo González Casanova; Eduardo Grüner; Frigga Haug; Franz Hinkelammert; François Houtart; Edgardo Lander; Michael Löwy; Ellen Meiksins Wood; María Rosa Palazón Mayoral; Adolfo Sánchez Vázquez
ISBN 987-1183-52-6
Buenos Aires: CLACSO, agosto 2006
(23 x 16 cm) 512 páginas
«¿Podría Keynes poner fin a la crisis? Presentando el multiplicador marxista»: Guglielmo Carchedi

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«Gramsci y el Marx desconocido»: Nicolás González Varela
“Si se quiere conocer a Marx hay que buscarlo
‘especialmente’ en sus obras auténticas
publicadas bajo su directa personalidad.”
(Antonio Gramsci, 1930)
“¿Cómo describir físicamente a Gramsci?
Imaginemos el cuerpo débil de un pigmeo,
y sobre este cuerpo, la cabeza de Dantón”
(Sandro Pertini, 1986)
Es un vulgar cuaderno escolar a rayas, de formato comercial en ochenta hojas, en cada página hay veintiún líneas; cubierta de cartulina rígida, forrada en tela de sospechoso color rojo. En cada página hay una numeración correlativa hecha con pluma en tinta verde, lleva un sello burocrático y ominoso: “Casa Penale Speciale di Turi” (Casa Penal Especial de Turi), un lugar de reclusión en Bari del Stato Totale. El detenido es el preso Nº 7047, un tal Antonio Gramsci, arrestado desde 1926 cuando ejercía como diputado y al mismo tiempo como Secretario General del Partido Comunista. Un Tribunal político especial le condena en 1928 a 20 años, cuatro meses y cinco días de reclusión. Estará cuatro años en la gris celda de Turi, hasta ser liberado por razones de salud el 21 de abril de 1937, muriendo pocos días después en la clínica privada “Quisisana” de Roma. Será allí donde escribirá la mayoría de sus famosos (¿y retocados para la posteridad por el equipo de Togliatti?) Quaderni dal carcere,1 formidable trabajo político, filosófico e histórico en lenguaje esópico.2 Leer más…
«Gramsci e a Comuna de Paris»: Carlos Nelson Coutinho
Gramsci e a Comuna de Paris
Prof. Carlos Nelson Coutinho
Setembro/2011
UFRJ
Evento: Seminário de 140 Anos da Comuna de Paris
«Apuntes para una discusión sobre El orden de El Capital»: Luis Alegre, Carlos Fernández Liria, Eduardo Maura y Jacobo Muñoz

«Para leer a Spinoza»: Francisco Fernández Buey
Baruch Spinoza nació en Ámsterdam el 24 de noviembre de 1632 y murió en La Haya el 21 de febrero de 1677. Procedía de una familia de judíos sefardíes inmigrantes de la península ibérica y fue educado en la comunidad judía de la ciudad holandesa en una época de considerable influencia del calvinismo. En su juventud leyó a algunos de los escolásticos españoles y las obras de la filosofía judía medieval. Pero en su formación entran también la lectura de Descartes y de Hobbes, cuya influencia se percibe respectivamente en lo que serían su ontología, su teoría del conocimiento y su teoría política. También se relacionó con algunos representantes de las heterodoxias judías españolas. Debido a esto último, en 1656, Spinoza fue expulsado de la comunidad judía ortodoxa y desterrado de la ciudad. Se tiene noticia de una Apología para justificarse de su abdicación de la sinagoga, escrita en español ese mismo año, que se ha perdido.
Después de la expulsión de la sinagoga Spinoza vivió primero en las afueras de Ámsterdam. Allí, para ganarse la vida, trabajó en el pulido de lentes para observaciones astronómicas y entró en relación con cristianos liberales también considerados heterodoxos. Para ellos o por la solicitud de estos librepensadores cristianos, entre los que tuvo varios discípulos, escribió Spinoza, hacia 1660, su primera obra conocida: una Tratado corto sobre Dios, el hombre y la salvación de su alma. Este Tratado corto avanzaba, aunque con una forma distinta (en parte dialogada), algunas de las ideas centrales de lo que sería su Ética. Al parecer, se lo dictó a algún alumno discípulo y el Tratado corto quedó inconcluso. No se publicó en vida de Spinoza, aunque circularon copias entre los próximos.
«Instrumentos de la política»: Marta Harnecker
Este texto es la trascripción de una charla filmada de Marta Harnecker sobre el tema. La autora sólo ha añadido aclaraciones sobre algunos términos y algunas pequeñas correcciones y precisiones, y ha usado una forma particular de cortar las líneas para facilitar la lectura de aquellas personas poco habituadas a leer. Se podrá encontrar una ampliación de las ideas aquí desarrolladas en diferentes libros de la autora. Una selección de esta bibliografía se encuentra a continuación del índice.
«¿Estado o comunidad?»: Enrique Dussel
En su última obra, Commonwealth, Antonio Negri considera nuevamente la forma Estado como una institución propia de la modernidad burguesa (lo mismo que J. Holloway y otros intelectuales) que hay que superar para iniciar lo que pudiera llamarse propiamente la política.
Esta tesis, como es sabido, fue defendida por el anarquismo (como el de Bakunin). K. Marx se opuso a este último en el sentido de que desde el campo social, por la lucha de clases en el nivel económico, había que superar a) el trabajo asalariado y b) el capital como condición de posibilidad de c) la disolución del Estado, y no por una lucha política directa (como los anarquistas) contra el Estado.
«Derecho, Estado y propiedad / La libertad republicana contra la concepción liberal del Estado»: Luis Alegre Zahonero, Carlos Fernández Liria & Daniel Iraberri Pérez

Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo
Llevarte a la guerra…
Solo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.
Bertolt Brecht, Me-Ti. El libro de los cambios, 1937.
Desde sus orígenes, para la corriente principal de la tradición marxista el aparato del Estado no ha sido «nada más que» una herramienta de explotación y dominación de clase. En este sentido, como es lógico, la discusión sobre cuándo y cómo cabría lograr la abolición del Estado ha sido una constante.1
«La democracia no se justifica si no asegura la vida» Entrevista a Enrique Dussel
Entrevista realizada por
Israel Covarrubias
—En algunos debates recientes se insiste mucho sobre la necesidad de tener una izquierda “moderna” y “liberal”. Sin embargo, pareciera que con ello, en realidad estaríamos hablando de una trampa semántica en el sentido de que si una formación política de izquierda fuera liberal la volvería, por el simple hecho de ser liberal, también democrática. Más aún, parece que la trampa se revela con más agudeza cuando se cree que ser liberal es que el Estado no meta las narices donde supuestamente no lo llaman, y de este modo tener la posibilidad de desarrolar “las libertades” en un lugar distinto al del orden estatal. ¿Cómo salir de esta trampa?
—Garantizar libertades sería la política perfecta, pero si fuéramos nosotros perfectos, lo cual supondría que seríamos dioses prácticamente y eso es imposible. Igual que el reino de la libertad, está el reino de la economía. La economía perfecta sería tiempo de trabajo cero, pero sería un principio de imposibilidad, ya que lo perfecto es lo que no puede superarse. La economía perfecta sería tiempo cero, en el reino de la libertad, no trabajaríamos más. Estaríamos dedicados a la cultura, al arte, a todo. Pero como es imposible, nos dice Marx, nos acercamos disminuyendo la jornada de trabajo. Entonces, en vez de ocho horas, seis horas, cinco horas, cuatro horas… Cada vez tenemos más tiempo para otras cosas, pero al tiempo cero nunca llegaremos. Es decir, siempre será el reino de la necesidad —lo dice en el Tomo III de El Capital—. Entonces, hay cuestiones, en efecto, fundamentales en el debate sobre la política como lo es el tema del Estado, y es en esas cuestiones donde están contenidos los mayores equívocos acerca de la libertad, como lo fue en su momento la creencia en la existencia del comunismo y la transición. Ésta última es un postulado y una estupidez, ya que el postulado es imposible, pues no se transita a…, lo que hay son sistemas más justos, que son criticados desde un ideal perfecto, y eso cambia toda la política.
“Los movimientos populares deben ser el embrión del poder popular”: Boltxe entrevista a Iñaki Gil de San Vicente
No hace falta hablar sobre la figura de Iñaki Gil de San Vicente y las aportaciones que viene haciendo desde hace años al marxismo vasco. Iñaki ha estado en Bilbo en el marco de las jornadas de debate organizadas por IPES y en Boltxe hemos aprovechado para hablar con el y plantearle algunas cuestiones.
Planteas la recuperación del termino «pueblo trabajador». Nos puedes comentar por qué esa necesidad?
El término de «pueblo trabajador» aparece muy pronto en la historia de la lucha socialista, y su uso se amplía conforme la lucha de clases va tomando contenido y forma de lucha de liberación nacional anticolonial y antiimperialista. Como se ve, hablo de contenido y de forma, no de sólo de forma. Es cierto que una lectura mecanicista del Manifiesto del Partido Comunista, escrito por Marx y Engels en 1848, parece avalar la tesis de que la lucha de clases tiene exclusiva y únicamente un contenido internacional en todos los países, siendo sólo su forma la que muestra su especificidad nacional. Sin embargo una lectura dialéctica y por tanto contextualizada de esta obra, muestra que, primero, las interrelaciones entre contenido y forma, entre lo social y lo nacional, en las luchas concretas que se libraban en cada país por aquellos años son mucho más complejas y estrechas; segundo, el Manifiesto habla explícitamente de otro modelo de nación diferente al burgués; tercero, el marxismo es una teoría que se enriquece con el tiempo, y en este sentido decisivo, que el doctrinarismo dogmático desprecia, conviene leer la presentación de la edición italiana de 1893, en donde Engels dice que: «Sin la restauración de la independencia y de la unidad de cada nación, no hubiese podido llevarse a cabo la unificación internacional del proletariado…»; y, cuarto, la evolución posterior del marxismo ha ido resaltando la fusión dialéctica entre lo nacional y lo social, y de manera explícita en lo teórico desde 1920-1921.
Me he detenido en este enriquecimiento porque muestra que el contenido de liberación nacional de la lucha de clases surge del contenido de opresión nacional del imperialismo. En la medida en la que el capital multiplica la explotación y la mercantilización del mundo para intentar aumentar su tasa medida de beneficios, en esa medida debe aplastar a las «naciones trabajadoras», tal como las denomina Marx, a los «pueblos trabajadores» tal cual aparece en los documentos de la Internacional Comunista. Conforme aumenta la explotación aumentan los colectivos humanos explotados directamente mediante el trabajo asalariado, o indirectamente con formas no asalariadas, o a tiempo parcial, etc. La complejización productiva y la multidivisión del proceso económico no responden sólo a la ciega necesidad de aumentar la producción, sino también a la de fraccionar a la clase obrera y a la de aumentar lo que han denominado muy correctamente como «proletario global explotable».