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«Los diez principios de la psicología histórico-cultural»: Moisés Esteban Guitart

Resumen
Según la psicología cultural no es posible entender la conducta y mente humana sin analizar el contexto histórico, institucional, social y cultural en el que se expresa y se desarrolla. Bajo esta perspectiva, el fenómeno psicológico es el producto y resultado de la participación en situaciones y actividades socioculturales a través de las cuales las personas se apropian del conjunto de artefactos valorados por una comunidad en un momento histórico determinado (la lengua, oral y escrita, la notación matemática, el uso de las nuevas tecnologías). El origen de estas ideas se encuentra en la escuela histórico- cultural liderada por Vygotski, en la antigua Unión Soviética. En el artículo se exponen diez principios asumidos por esta escuela: 1) la conciencia humana como objeto de estudio; 2) la génesis social de la conciencia y conducta humana; 3) el principio de la significación; 4) el desarrollo cultural de la conducta humana; 5) los cuatro estadios en el dominio de signos; 6) el principio de la mediación; 7) el carácter práctico de la actividad humana; 8) la función planificadora del lenguaje; 9) la “zona de desarrollo próximo” y, finalmente, 10) el método dialéctico.

Palabras clave
psicología cultural – escuela histórico-cultural – Vygotski – mediación semiótica – zona de desarrollo próximo.

La mutua constitución entre mente y cultura

Una de las preguntas que se halla circunscrita a la psicología, en general, y la psicología cultural y cross-cultural, en particular, atañe a la naturaleza de la mente y la cultura. Es decir, ¿es la mente independiente de la cultura? una especie de dispositivo que nos permite procesar, interpretar y conocer el mundo –tal como sostiene la psicología cognitiva. O bien, ¿la mente está culturalmente sesgada? siendo el contenido y la forma de la cual mediada socialmente.

La psicología tradicional, ya sea en su versión psicoanalítica, conductista, cognitiva o neurocognitiva, asume que la mente opera bajo leyes naturales y universales independientes del contenido y del contexto. Por ejemplo, las personas, donde quiera que estén, hablan usando entre 10 y 70 fonemas, establecen vínculos afectivos, sonríen cuando están felices, tienen un nombre para referirse al color “negro”, entienden el número dos y se disgustan ante la idea de incesto entre padres e hijos/as. Es decir, existe una cosa llamada mente, que es universal y está regulado por leyes propias.

No obstante, la psicología cultural, sociocultural y cross-cultural muestra que la forma, contenido y función de los fenómenos mentales (percibir, recordar, conocer, sentir) es cultural. En algunas lenguas se puede omitir los pronombres, mientras que en otras no; la gente, en algunas sociedades, muerde su lengua cuando se encuentran en un aprieto; algunas comunidades no tienen una palabra para denominar el “azul”; las personas en algunas culturas repugnan el incesto entre primos mientras que en otras no, e incluso parece que en algunas sociedades no se entiende el número 5. En definitiva, la mente humana opera culturalmente.

Lo que se contrapone son dos tendencias. Por un lado, la universalidad humana y, por otro, la variabilidad cultural. La mente humana en tanto que operador universal versus la mente humana en tanto producto local y situado. Esta última constituye la tesis de la psicología cultural. Es decir, las personas son seres culturales, las acciones, pensamientos y sentimientos de las cuales se hallan circunscritas en redes sociales, simbólicas, institucionales, históricas. En definitiva, la psicología cultural contemporánea sostiene que no es posible separar la mente de la cultura ya que ambas se constituyen mutuamente (Kitayama y Cohen, 2007; Shweder, 1990; Valsiner y Rosa, 2007).

Uno de los primeros en sostener la tesis según la cual la mente no opera independientemente del contenido y del contexto, sino más bien es el producto y resultado de este contenido y este contexto fue Lev S. Vygotski, quién juntamente a Luria, Leontiev y otros, han pasado a la historia por fundar la conocida escuela de pensamiento histórico-cultural, según la cual las personas interactúan con sus ambientes a través de instrumentos o artefactos acumulados a través de la historia.

Artículo Completo en PDF

Fundamentos en Humanidades
Universidad Nacional de San Luis – Argentina
Año XI – Número II (22/2010) 45/60 pp.

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