«De la alienación, al derecho a la ciudad. Una lectura (posible) sobre Henri Lefebvre»: Ana Nuñez
Introducción
“Teoría de la producción del espacio, y no de tal o cual cosa en el
espacio…Esta búsqueda o investigación sobre el espacio data de mi
infancia.”
Henri Lefebvre
En los últimos años, algunos investigadores argentinos, en particular, han percibido y coincidido que “un aspecto de la `revuelta´ al que los estudiosos de la acción colectiva están, lentamente, comenzando a prestar debida atención:[son] sus dimensiones espaciales (…) Durante la última década, y siguiendo los trabajos pioneros de Foucault (1979, 1980) y Lefebvre (1991), geógrafos y teóricos sociales han insistido en la necesidad de incorporar el `espacio´ en nuestras interpretaciones y explicaciones de los fenómenos sociales” (Auyero, 2002); y también que “…en las últimas décadas, geógrafos y otros científicos sociales han insistido en la necesidad de incorporar el espacio en la explicación de los fenómenos sociales. Donde las raíces de esta interpretación pueden hallarse de manera más clara y explícita es en el marxismo francés y, más particularmente, en las contribuciones de Henri Lefebvre” (Sznol, 2007).
Sin embargo, esta reiterada necesidad de incorporar el espacio y atender a las contribuciones de Henri Lefebvre, en los trabajos antes mencionados, es vulgarizada en tanto opera un obstáculo epistemológico: fetichizar el espacio como algo dado, reificado, simplificando sus aportes al ceñirse, de forma descontextualizada y casi excluyente, a su decisiva tesis que “El espacio (…) siempre ha sido político y estratégico” (Lefebvre, 1976a:46). Sin embargo, es de destacar que esta estrategia urbana, definida a partir de la reflexión sobre el fenómeno urbano, se presenta bajo un doble aspecto: una estrategia del conocimiento, y una estrategia política (Lefebvre, 1971ª:246). De hecho, para Lefebvre (1971ª:211) “…no existe el espacio urbano, sino espacios urbanos, varios espacios diferenciados, calificados, distintos del espacio geométrico o geográfico. Un espacio es la inscripción en el mundo de un tiempo. Los espacios son realizaciones, inclusiones en la simultaneidad del mundo externo de una serie de tiempos, de ritmos de la ciudad…”
Claro que “el capitalismo produce un espacio (…) un espacio instrumental: el de la reproducción de las relaciones de producción. Insisto: no se puede comprender la reproducción de las relaciones de producción si no se tienen en cuenta tres elementos: la cotidianeidad; lo urbano (…) y la producción del espacio en general” (Lefebvre, 1976:237; 1976a:5). “Este análisis – dice – difiere de los estudios que pululan (…) y que no conciernen más que a representaciones (…) o fragmentaciones del espacio (…) Existe una contradicción del espacio” (Lefebvre, 1976a:119-130). El problema es que “con frecuencia, se aísla (…) de entre lo escrito y publicado por mí, fragmentos, eslabones separados: el que concierne al marxismo, la vida cotidiana, el espacio, la arquitectura, el urbanismo, etc. No estoy de acuerdo con estas fragmentaciones; un fluido único recorre el conjunto…” (Lefebvre, 1976a:8-9).
Un análisis que reposa en la dialéctica; dialéctica entre lo concebido y lo vivido; complejidad de la vida que se revela tardía y lentamente. En sus palabras, “…diré que mi obra, mi sola obra, es mi vida, mi vivir” (Lefebvre, 1976:10). Vida que se niega a contar, pero que en un par de renglones deja entrever ese nudo de conflictos, ese montón de contradicciones con que se define a sí mismo, y que exhibe, quizás, ese fluido que recorre el conjunto: “Dos hadas malignas se inclinaron sobre mi cuna, el comercio y la burocracia, ya que mi madre pertenecía a una familia de comerciantes y mi padre fue funcionario, por lo que odio la tienda y detesto la oficina; estas dos hadas se unieron a dos horribles brujas, la religión y la guerra. Punto” (Lefebvre, 1971:14-15). De allí la importancia de elevar lo cotidiano al lenguaje y a lo conceptual; porque lo cotidiano, empobrecido en su alienación, se abatió pesadamente sobre él, y sólo llegaría a transformarse mediante una previa penetración a través del análisis (Lefebvre, 1971:207-209).