«L.S. Vigotsky y A. R. Luria: la formación de la neuropsicología» Tatiana V. Akhutina
El presente artículo aborda el análisis de la relación que existe entre las premisas teóricas y metodológicas de L.S. Vigotsky y A.R. Luria. Se presentan datos acerca de las investigaciones conjuntas de estos dos grandes científicos y se plantean los tres principios básicos de la teoría neuropsicológica de Luria, los cuales fueron elaborados a partir de las ideas de Vigotsky: la génesis social de las funciones psicológicas superiores, su estructura sistémica y su localización dinámica.
Palabras clave: Neuropsicología, Teoría neuropsicológica, Escuelas neuropsicológicas.
Quisiera iniciar este artículo con un recuerdo. En el año de 1970 concluí mi trabajo de tesis doctoral y mi directora, L.S. Tsvetkova, decidió mostrar el trabajo a A.R. Luria. Él hizo una sola corrección: en el lugar donde se trataba de la elaboración detallada de los principios de la nueropsicología, él tachó su nombre y escribió «L.S. Vigotsky». A mí me parecía que como se trataba de una elaboración detallada, era más correcto nombrar a A.R. Luria, que sin embargo, él mismo pensaba de manera diferente. Con la decisión que caracterizaba a los autores jóvenes, coloqué ambos nombres.
Al recordar este hecho, quiero no sólo ponerlo como ejemplo de la fidelidad de A.R. Luria a su amigo y maestro, sino también establecer la pregunta: ¿Si A. R. Luria tiene razón, entonces, cuál era el camino de L.S. Vigotsky hacia la elaboración detallada de los principios de la neuropsicología?, ¿Cuáles son sus bases?, ¿en qué sistema teórico general se encuentran estos principios?. Las respuestas a estas preguntas son esenciales no sólo para la historia de la ciencia, sino también para el desarrollo de la táctica y la estrategia de la neuropsicología (es necesario regresar a las bases en cada paso serio del desarrollo de la ciencia para la elaboración de problemas singulares).
Evidentemente, para responder a estas preguntas tenemos poco material. Me refiero en primer lugar a la pérdida de documentos muy valiosos (las anotaciones de entrevistas clínicas realizadas por L.S. Vigotsky que guardaba una de sus alumnas, L.S. Gueshlina, se han perdido). Mi generación todavía recuerda las observaciones clínicas de los pacientes que realizaba A.R. Luria; existían también grabaciones, pero éstas no se han publicado; en segundo lugar, la elaboración insuficiente de los archivos (el enorme archivo de A.R. Luria, hasta ahora no se ha descrito, pero yo recuerdo que, en relación con la publicación del trabajo de L.S. Vigotsky «Problemas de la conciencia» en 1968, A.R. Luria le decía a A.A. Leontiev, que él tenía muchos materiales relacionados con el tema. Además existen también los archivos de R.E. Levina. N.G. Moroxova y otros alumnos de L.S. Vigotsky); en tercer lugar, lo inaccesible de los materiales ya preparados (cuántos años hemos estado esperando el libro de G.L. Vigodskaya y de T.M. Lifanova que ya hace mucho tiempo se han entregado a las editoriales); en cuarto lugar, la ausencia casi total de investigaciones histórico-científicas acerca de la colaboración de L.S. Vigotsky y A.R. Luria [sobre este tema se han publicado sólo dos pequeños libros: Radzikovsky y Xomskaya (1981) y Xomskaya (1992)]. A pesar de todas estas circunstancias intentaremos discutir los materiales conocidos y accesibles.
Como punto de partida retomemos el artículo de L.S. Vigotsky de 1925 «La conciencia como problema de la psicología de la conducta». Aquí L.S. Vigotsky dio el primer borrador de la psicología y, correspondientemente, la primera decisión más general de la correlación entre la socio-génesis y la biogénesis de la psique humana y la conciencia.
Reproduciremos de manera breve la lógica de L.S. Vigostky, construida como oposición para las teorías existentes. De acuerdo a su opinión, el comportamiento humano se puede describir a través de reflejos condicionados e incondicionados, pero en este caso, se pierde todo su carácter específico: el concepto de «reflejo», que se utiliza para caracterizar a la conducta del animal, como la del hombre, es suficiente para el primero, pero limitado para el segundo. La fórmula primaria de L.S. Vigotsky es la siguiente: el comportamiento humano se diferencia de la conducta de los animales por la experiencia social e histórica y «la duplicación de la experiencia». Con esto último, L.S. Vigotsky, después de C. Marx, comprende la posibilidad de imaginar conscientemente (en la conciencia) el objetivo de la acción, refiriéndose, en el epígrafe del artículo, a la expresión de C. Marx acerca de la diferencia entre el arquitecto y una abeja.
L.S. Vigotsky establece la tarea de explicar, cómo una reacción reflectora se puede convertir en algo cualitativamente diferente, es decir, aquello que permite comprender la duplicación de la experiencia. Discutiendo los datos de la fisiología, L.S. Vigotsky, después de N.N. Lange y Ch, Sherrington, identifica el papel de la reacción circular y de la relación propioceptiva en la organización de la conducta. Posteriormente estas ideas se convirtieron en las representaciones del sistema funcional, pero mientras, él dio el primer paso partiendo del concepto «reflejo».
L.S. Vigotsky dirige su atención al hecho de que el mecanismo de la reacción refleja puede ser diferente, particular, en el caso de operaciones con la palabra. Debido a que el estímulo verbal puede ser recreado, es decir, convertirse en la reacción, mientras que la reacción se convierte en el estímulo, entonces, estos reflejos se hacen reversibles. «De toda la masa de estímulos, para mi se identifica claramente el grupo de estímulos sociales que parten de la gente. Se identifica por el hecho de que yo mismo puedo recrear los mismos estímulos, por el hecho de que éstos muy pronto se hacen reversibles para mí y, consecuentemente, determinan mi conducta de una manera distinta, no como todos los demás. Estos me hacen semejante a los demás, me igualan con mis actos. En el sentido amplio de la palabra, en el lenguaje se encuentra la fuente de la conducta social y de la conciencia» (Vigotsky, 1982, vol. 1, pág 95). Y un poco más adelante: «Nosotros tenemos conciencia de nosotros mismos, debido a que tenemos conciencia de los demás», «la conciencia es el contacto social con nosotros mismos» (Vigotsky, 1982, vol. 1, pág. 95).
Revista Española de Neuropsicología 4, 2-3:108-129 (2002)
Traducción: Yulia Solovieva y Luis Quintanar Rojas