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«El problema de la contradicción en la lógica»: Evald Iliénkov

otdelYa desde el comienzo indicaremos que bajo el término ‘lógica’ nos referimos a la ciencia del pensamiento, a la ciencia de las formas y leyes del desarrollo de conceptos, y no a otra cosa distinta.

Es especialmente necesario recalcar esta circunstancia en los últimos tiempos debido a que este término – incluso para la designación de la lógica ‘estrictamente actual’ o ‘estrictamente científica’ – aparece frecuentemente en títulos de libros y artículos dedicados a otro tema totalmente distinto, al ‘lenguaje de la ciencia’.

Así, de lo que aquí se trata es de la contradicción en el pensamiento, en el proceso de desarrollo de conceptos, en el proceso de desarrollo de la ciencia. De esta forma, dejamos especialmente de lado por el momento la cuestión particular sobre las formas de expresión de las contradicciones del pensamiento que se desarrolla en el así llamado lenguaje de la ciencia. Esta es una cuestión digna de todo el respeto y de un examen a conciencia, pero una cuestión ajena.

En la lógica a la que nos referimos no se estudian en absoluto las formas específicas de la expresión del pensamiento en el lenguaje en general, y mucho menos en el artificial ‘lenguaje de la ciencia’, sino las formas del propio pensamiento, entendido como un ‘proceso histórico-natural’ (K. Marx) que para nada se realiza exclusivamente en el lenguaje.

Sin duda, las formas del pensamiento se expresan (y se comprenden) en el lenguaje, en las formas del lenguaje, pero no ver la principal diferencia entre estas y otras sería algo de lo más tosco, y para el especialista en lógica supondría algo imperdonable, un error. No se pueden poner al mismo nivel las formas del pensamiento y las formas de expresión del pensamiento en el lenguaje, cuando, obviamente, no se sostiene sobre su propio peso aquél anticuado prejuicio filosófico según el cual el lenguaje en general (en su significado más amplio) es esa única ‘forma externa’ en la que se realiza, ‘se manifiesta’, ‘se explica’ y, por tanto, se estudia el pensamiento. Entonces sí, en ese caso, las formas y reglas del ‘lenguaje’ son únicamente accesibles para la observación y el estudio de las ‘formas de pensamiento’, de sus normas lógicas. Sin embargo, este prejuicio, bien conocido desde hace ya tiempo, está cargado de lamentables  consecuencias para la ciencia del pensamiento y, concretamente, de la amenaza de la completa decadencia de la lógica como ciencia que estudia las formas y leyes del pensamiento universales e indispensables hacia un sistema de ‘reglas’ puramente subjetivas que no poseen y no pueden poseer ningún fundamento ni justificación, y por tanto constituidas por un amistoso consenso (‘convencionalmente’). La identificación de las formas del pensamiento con las formas del lenguaje, bajo el cual la lógica fue desarrollada por los estoicos y los escolásticos de la Edad Media, tenía, por supuesto, su justificación histórica, que cayó en el olvido.

Hace ya tiempo que Hegel se desentendió de este prejuicio ya esbozado (aunque no del todo, ya que consideraba el ‘lenguaje’ si no la única, sí la primera – y por tanto la última – forma superior y más adecuada para la ‘manifestación de la fuerza del pensamiento’). Hegel rompió el prestigio de este prejuicio con una simple pregunta: ¿quién ha dicho que el pensamiento se manifiesta, que revela sus formas solo en el lenguaje, solo en el discurso, solo en el habla y en la representación gráfica de este habla? ¿Acaso en sus actos, al formar las cosas, en la creación del cuerpo objetivo de la civilización el ser humano no se descubre a sí mismo en calidad de sustancia pensante? La pregunta es quizás puramente retórica. Pero sí es así, entonces ¿por qué es necesario investigar el pensamiento exclusivamente en la forma verbal de su manifestación? Precisamente aquí fue delimitada la frontera entre la vieja ‘lógica’ y la lógica realmente contemporánea. La lógica, que ante todo desea investigar las formas del pensamiento, sus formas lógicas, se separó aquí por primera vez conscientemente del estudio de las formas verbales de su  manifestación y, de esa manera, por primera vez distinguió las formas lógicas y las leyes del pensamiento como objeto de sus preocupaciones y meditaciones  particulares. El principal defecto de la vieja – y puramente formal – lógica indicado antes lo reconoció de forma clara no solo Hegel, sino muchos de sus oponentes filosóficos. Así, A. Trendelenburg constató el hecho de que la lógica tradicional se comprendía en el lenguaje y que en muchos casos podía considerarse una gramática enfrascada en ella misma. En esa misma línea se expresó a este respecto L. Feuerbach: ‘Solo las  relaciones metafísicas son relaciones lógicas, solo la metafísica, como ciencia de las categorías, es la verdadera lógica esotérica. Esa es la idea profunda de Hegel. Las así llamadas formaslógicas son únicamente las formas abstractas más elementares del habla; pero el habla no es pensamiento, pues entonces los más grandes charlatanes deberían haber sido los más grandes pensadores’.

Moscú, 1979

El problema de la contradicción en la lógica (Completo) en PDF

Fuente original: http://caute.ru/ilyenkov/texts/ctradicb.html

Categorías: Filosofía marxista Etiquetas:
  1. 24/03/2017 a las 05:52

    Reblogueó esto en Econo Marx 21.

  2. JUAN
    26/03/2017 a las 18:32

    UN EJEMPLO DE LO MÁS ELEMENTAL DE LA DIALÉCTICA DE HEGEL.
    TODA DETERMINACIÓN ES NEGACIÓN, TODA DETERMINACIÓN DEJA FUERA TODO LO QUE NIEGA. AHORA BIEN, AL NEGAR LO DEMÁS SE NIEGA A SÍ MISMA.
    ES POR TANTO QUE HEGEL DICE: TODA DETERMINACIÓN INCLUYE LA CONTRADICCIÓN, LA REALIDAD ES CONTRADICTORIA.
    ESTO ES LÓGICA DIALÉCTICA, O, MEJOR DIALÉCTICA ESPECULATIVA.
    SE PODRÍA DECIR QUE ESTO ES EL ÁTOMO MÁS ELEMENTAL DE LA LÓGICA DE HEGEL

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