Inicio > Economía, Economía marxista, Teoría crítica acumulada > «El camino a la servidumbre de mercado. ¿Por qué la economía no es una ciencia y cómo arreglarlo?»: Alan Freeman

«El camino a la servidumbre de mercado. ¿Por qué la economía no es una ciencia y cómo arreglarlo?»: Alan Freeman

15996152-Abstract-word-cloud-for-Economics-with-related-tags-and-terms-Stock-PhotoRESUMEN

Este artículo presentado en la conferencia de la Iniciativa Postglobalización en Mayo de 2013 en Moscú trata con la función de la economía en el orden mundial moderno. Buscar explicará cómo, en tanto que profesión (sin exceptuar notables excepciones individuales), la economía ha fallado en predecir la crisis que comenzó en 2007; porqué falló en prever su amplitud y profundidad y por qué no propone soluciones que podrían traerla a un final.

El artículo desafía la afirmación más fundamental de la economía, que se conduce a sí misma como una ciencia, argumentando que en realidad se comporta como un sistema religioso al tomar y justificar decisiones políticas cuya creencia principal es la perfección del mercado: la noción de que la combinación de propiedad privada en la producción con mercantilización universal no sólo es óptima sino que no puede fallar.

El artículo propone una concepción radicalmente nueva sobre la labor ética de los economistas al resistir la falsedad, lo cual puede hacer conduciéndose como una ciencia pluralista. Para este objetivo, el artículo introduce una distinción entre dos funciones del conocimiento: su función exotérica por medio de la cual, la sociedad busca controlar la naturaleza; y su función esotérica, la cual organiza dentro de una estructura racional, sistemas de leyes, éticas, moralidades y las relaciones entre ellas.

En la ciencia, la exotérica predomina sobre la esotérica. En la religión ocurre el caso contrario. Esto explica la verdadera función de la economía, que es un sistema normativo disfrazado con el principio primario de perfección del mercado. Sus prescripciones se derivan no del método científico normal de probar una variedad de teorías contra la evidencia, sino de la elevación de un supuesto en un dogma inobjetable. Opera como un cuerpo monotéorico de conocimiento donde, en cualquier momento y enfrentando cualquier problema, sólo hay una única respuesta, negando así a los usuarios de la economía el derecho democrático y científico básico de elegir entre una variedad de respuestas sobre la base de sus propias evaluaciones tanto de la evidencia como de las presuposiciones de las teorías de las que se deducen respuestas prospectivas.

El mecanismo primario de su función religiosa reside por tanto en sus métodos de selección teórica: permite la promulgación y el desarrollo únicamente de aquellas teorías que dan lugar a predicciones consistentes con el dogma de la perfección del mercado.

Está construida para suprimir cualquier cuerpo teórico que conduzca a conclusiones inconsistentes con el supuesto de perfección de mercado, destacables entre ellos teorías como las de Marx y Keynes, las cuales demuestran que el sistema de mercado es contradictorio en sí mismo –esto es, que actúa socavando sus propias bases para su existencia. Lo más probable es que mientras una teoría lleve a conclusiones como esas sea más fuertemente suprimida.

En consecuencia, aquellas teorías que escapan la red supresora de la economía son precisamente aquellas donde el orden social actual es presentado no sólo como óptimo, sino como natural, inevitable y eterno.

La interferencia con este mercado se vuelve entonces un crimen en contra de la naturaleza. Todos los beneficios privados de los propietarios se vuelven un resultado de las fuerzas naturales: son ricos porque la naturaleza tenía la intención de que lo fueran. Cualquier política diseñada para contrarrestar o superarlas está equivocada. En una palabra, la naturaleza, ha sido entronizada como un Dios, al excluir a los humanos de la Naturaleza.

Utilizo el término servidumbre de mercado para caracterizar a este sistema porque elimina la elección del terreno. La acción humana se designa como un crimen contra la naturaleza. Hayek y sus seguidores, en su artículo, se equivocaron volver de esto todo un tema al afirmar que la ‘servidumbre’ proviene de interferir con el mercado. Pero en realidad ellos proponen que el único camino abierto para la humanidad es someterse al mercado. Su libertad es la del esclavo que acepta su destino. No tenemos elección sino lo que orden el mercado. La economía, tal cual la conocemos, es la manifestación teórica perfecta de esta doctrina, igual que el catolicismo medieval tardío era la manifestación perfecta de la doctrina de la sumisión al orden aristocrático y monárquico.

El artículo analiza los dos mecanismos principales por los que, la profesión de la economía ha llegado a este punto: selección por conformidad y deslegitimación institucional, y brevemente esquematiza cómo el ‘pluralismo ascertivo’ podría, si se aplica sistemáticamente, restablecer el estudio de la economía política al estatus de ciencia.

Las diapositivas y el video de la presentación, así como la discusión, se hará disponible por medio del link a este artículo. https://londonmet.academia.edu/AlanFreeman

Códigos JEL: B1, B4, B5

Palabras clave: Valor, precio, dinero, trabajo, Marx, MELT, Okishio, TSSI, temporalismo, tasa de ganancia.

Artículo completo en pdf: El camino a la servidumbre de mercado, Alan Freeman.

Traducción a cargo de A. Sebastián Hdez. Solorza.

Fuente: Tiempos Críticos

  1. No hay comentarios aún.
  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario