Presentación

El sustantivo es lo esencial, no el adjetivo. En nuestro caso, la afirmación inversa es la verdadera. Esta aproximación a la obra de Francisco Fernández Buey es un primer intento, o uno de los primeros intentos, y está lejos, muy lejos de convertirse en una bibliografía de referencia del autor de La gran perturbación.

No hemos podido investigar apenas los probablemente numerosos papeles clandestinos que el reconocido luchador antifranquistacomunista escribió a lo largo de sus prolongados años de arriesgada militancia clandestina. Sólo hay alguna huella de todo ello en nuestro trabajo. Ni tan siquiera hemos podido mirar detalladamente sus artículos en la prensa generalista de estos 30 últimos años e incluso en revistas que él, junto a su maestro, amigo y compañero Manuel Sacristán, hicieron tan suyas como Materiales o mientras tanto. No es imposible que en este ámbito tan próximo habite algún olvido, poco o nada excusable. De igual modo, la relación de traducciones que hemos incluido al final del trabajo dista mucho de ser exhaustiva y de estar comprobada en todas sus entradas.

Hemos dividido nuestra aproximación, que aspira a estar organizada cronológicamente en cada una de sus partes (a excepción de las traducciones que aparcen ordenadas alfabéticamente), en los apartados siguientes: libros; capítulos, apartados o contribuciones en libros; cuadernos y separatas; ediciones de libros y revistas; presentaciones, introducciones y prólogos; artículos y notas; textos no editados (y en muchos casos, no fechados); conferencias; entrevistas; entradas para la Enciclopedia Salvat; trabajos académicos y, finalmente, traducciones. Estamos convencidos de la corrección de lo relacionado en el primer apartado. Tenemos algunas dudas sobre los cuatro siguientes, especialmente sobre el primero de ellos. “Artículos y notas” es, con seguridad, la sección con mayor número de inexactitudes y ausencias.

En los apartados siguientes, más allá de nuestras reconocidas limitaciones, hemos referenciado sólo una muestra representativa de su amplio contenido. Hay, desde luego, muchos más papeles que piden ser estudiados y varios lugares donde mirar e investigar. El autor de Por una universidad democrática gustaba citar en ocasiones el Elogio de la pereza del yerno del clásico, de su Marx, pero, por lo que ya sabíamos y hemos podido comprobar a lo largo de estos meses, el apasionado lector de Chevengur no practicó con la frecuencia deseable esta principalísima virtud existencial.

Nuestras dudas, de autoría, fecha o edición, las hemos indicado con un asterisco entre corchetes. Muchos de los materiales incorporados tienen edición electrónica. El lector/a podrá encontrar la referencia sin demasiadas dificultades. No la hemos incorporado si el documento tenía edición en papel. Hemos incluido sólo un documento académico. Quedan pendientesde analizar los cuadernos (unos 40) que FFB fue escribiendo a lo largo de los años, especialmente en la etapa pre-informática, al igual que unas seis o siete carpetas de correspondencia. Todo este material, en el futuro, será depositado en la Biblioteca de la UPF.

Juan-Ramón Capella, Giaime Pala, Jorge Riechmann, Víctor Ríos, Jordi Torrent Bestit e Iñaki Vázquez nos ha ayudado todo lo que han podido (que es mucho, especialmente en el caso del último de los compañeros citados). A ellos nos gustaría dedicarles lo positivo de nuestro intento, lo que entre todos hemos alcanzado. A ellos, y a la memoria de nuestro maestro, amigo y compañero Francisco Fernández Buey (y a la de su esposa y compañera Neus Porta y también a Eloy Fernández Porta). De los errores, por supuesto, sólo nosotros somos responsables.

Componer una bibliografía acabada de alguien que ha sido –y seguirá siendo- referencia de tantos y tantos ciudadanos y ciudadanas, universitarios o no, es probablemente un trabajo colectivo. Los autores de este intento agradecerían muy sinceramente cualquier aportación, comentario crítico o indicación de errores. Nuestros correos -salarnal(x)gmail.com, jordi.mir(x)upf.edu- están ansiosos de recibir indicaciones sobre todo ello. Gracias anticipadas.

Y eso sí, el género humano, como el autor de Leyendo a Gramsci no dejó de enseñarnos y recordarnos, era, es y debería seguir siendo La Internacional. Cuidar el legado y la memoria del profesor y compañero Francisco Fernández Buey pide no perder el rumbo en este vértice central. En la que fuera una de las últimas entrevistas que se le hicieron, propuesta, idea y trabajo de su amigo Jaume Botey, el gran conocedor de la obra de Simone Weil se manifestaba con total claridad sobre este punto: “La primera cosa que querría decir es que a mi, lo de considerarme marxista o no, siempre me ha parecido una cosa secundaria. Aunque pueda parecer otra cosa desde fuera, no es mi asunto. También para Manolo Sacristán lo de ser marxista era tan secundario que en discusiones bastante serias que tuvimos con amigos y colegas Manolo quería considerarse fundamentalmente comunista. Yo también… La línea divisoria de la lucha social y política en nuestro mundo, no pasa por ser marxista o no marxista”. Sin embargo, y como es evidente, Paco no dejó de ser marxista nunca, fuera secundario o no, y apoyó la tradición revolucionaria en momentos en que algunos, escribiendo hegelianamente sobre un supuesto final de la historia o sobre algunas de sus prolongaciones belicistas menos humanas, querían convertirla en su desierto sin pobladores.

Unas observaciones de dos amigos muy informados –Josep Torrell e Iñaki Vázquez- aparecen como anexo al final del texto.

Artículo Completo

Los autores de esta iniciativa siguen buscando materiales para incluir en la bibliografía de Francisco Fernández Buey, especialmente en formato de audio o multimedia. Si alguien dispone de algún archivo o referencia para el fondo bibliográfico les estaríamos muy agradecidos si se hicieran llegar a Iñaki Vázquez (inakivazquez@gmail.com)

Mientras tanto, nº 119 (“Homenaje a FFB (1943-
2013)”), pp. 155-201