Archivo
«La tiranía de la falta de estructuras»: Jo Freeman
Forum de Política Feminista
En los años de conformación del Movimiento de Liberación de la Mujer, se ha puesto especial énfasis en lo que se llama grupos sin Liderazgo y Estructura, como la principal si no la única forma organizativa del movimiento. El origen de esta idea se encuentra en la reacción natural contra la sociedad sobreestructurada, en la que estamos inmersos y contra el inevitable control sobre nuestras vidas que aquella confiere a otros, así como contra el continúo elitismo de la izquierda y grupos similares entre aquellos que supuestamente combaten esta sobreestructuración.
Sin embargo, la idea de la falta de estructura ha pasado de ser una sana contratendencia a convertirse en una idea de propio derecho. La noción que implica es objeto de tan escaso análisis como el término es objeto de amplio uso, convirtiéndose en parte intrnseca e incuestionable de la´ideología del Movimiento de Liberación. En la etapa de gestación del movimiento esta cuestión carecía de importancia; definido su objetivo y método principal, como la toma de conciencia, el grupo de concienciación sin estructura era un excelente medio para dicho fin. El carácter relajado e informal que lo regla propiciaba la participación en las discusiones y el ambiente de apoyo que normalmente se creaba permitía una mayor percepción de lo personal. Si los resultados no fueron más concretos que esta percepción de lo personal la cuestión no tenía mayor importancia, ya que realmente su objetivo no era otro.
“El sistema busca controlar dónde, cuándo y con qué perfil nacerá su nueva mano de obra”: Silvia Federici
La violencia contra las mujeres es una lacra social que tiene diferentes y cambiantes manifestaciones. La pornografía está experimentando un viraje hacia la representación explícita del maltrato de la mujer, donde la línea entre el placer y el dolor de esta es cada día es más difusa. “En los últimos tiempos se está viendo un tipo de pornografía más violenta, que es cada vez menos lúdica: es la expresión directa de la creciente violencia contra las mujeres”. Son palabras de la prestigiosa activista feminista Silvia Federici (Parma, 1942), quien analizó ayer en la librería Traficantes de Sueños, en Madrid, la situación de la mujer en un sistema capitalista que pretende ponerle límites a través del control de su cuerpo.
Mujeres amordazadas, violaciones conjuntas, chicas sometidas a golpes e insultos son algunas de las prácticas que se pueden ver en vídeos que inundan las páginas pornográficas de todo el mundo. Como explica Federici, en su investigación sobre los modos contemporáneos de pornografía recogió material “tan desagradable” que no se “atrevió” a proyectarlo en sus clases de estudios femeninos de la Hofstra University de Nueva York.
«Gender, Work and Reproduction in the Crisis»: Historical Materialism 2012

«Occupy Reproduction: Movements, Commons and the Grand Domestic Revolution«: Silvia Federici
«Women and the Subversion of the Community»: Mariarosa Dalla Costa
These observations are an attempt to define and analyze the “Woman Question,” and to locate this question in the entire “female role” as it has been created by the capitalist division of labour. We place foremost in these pages the housewife as the central figure in this female role. We assume that all women are housewives and even those who work outside the home continue to be housewives. That is, on a world level, it is precisely what is particular to domestic work, not only measured as number of hours and nature of work, but as quality of life and quality of relationships which it generates, that determines a woman’s place wherever she is and to whichever class she belongs. We concentrate here on the position of the working-class woman, but this is not to imply that only working-class women are exploited.
Rather it is to confirm that the role of the working-class housewife, which we believe has been indispensable to capitalist production is the determinant for the position of all other women. Every analysis of women as a caste, then, must proceed from the analysis of the position of working-class housewives. In order to see the housewife as central, it was first of all necessary to analyze briefly how capitalism has created the modern family and the housewife’s role in it, by destroying the types of family group or community which previously existed. This process is by no means complete.
«La cadena de montaje empieza en la cocina, en el lavabo, en nuestros cuerpos»: Entrevista a Silvia Federici
Manel Ros«El calibán y la bruja»: Charla de Silvia Federici
Charla de Silvia Federici realizada el 20 de mayo en el Centre Social de Sants organizado por las compañeras de la cooperativa autogestionada Ciutat Invisible.
Ver también: «Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación primitiva»: Silvia Federici
«La caza de brujas revela aspectos constantes de las relaciones capitalistas»: Entrevista a Silvia Federici
Gaelx
Charlamos con Silvia Federici, activista, investigadora y autora de «Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria» durante su reciente visita a Madrid, sobre temas como la caza de brujas, la privatización actual y los cercamientos de tierras modernos, los bienes comunales y el control sobre los cuerpos de las mujeres.
Una tesis incómoda: la caza de brujas no se trata de un vestigio de superstición medieval sino que supone un momento necesario para la acumulación originaria del capital.
“Creo que ha habido un fuerte empuje para disociar la historia del capitalismo, que siempre se ha presentado como una historia de liberación, emancipación, conquista de derechos, etc. de unos ataques tan horribles sobre la vida de las personas. Desde el inicio del siglo XIX se extiende la teoría de que, principalmente, la caza de brujas tiene que ver con la Iglesia, con la superstición medieval, aunque no existe evidencia histórica. Los pocos estudios que hay muestran que la caza de brujas se produce intensa y ampliamente en el siglo XVI, en un momento en el que las relaciones feudales estaban totalmente disueltas.»
«Incluso hoy en día no se ha producido ese reconocimiento. Ha sido el movimiento de mujeres el que ha resaltado el continuo entre, por ejemplo, la caza de brujas y las prácticas esclavistas. El inicio de la esclavitud, la colonización, pertenecen al mismo contexto político, al mismo momento histórico. Y también a la fundación de la sociedad capitalista moderna. Pero no se ha asimilado. (…) [Cuando se trata esta parte de la historia en las escuelas] no pueden evitar explicar que el inicio de la sociedad moderna tiene mucho que ver con la colonización, con la conquista de América, pero se sigue eliminado la caza de brujas; no se admite que mujeres quemadas en la hoguera tengan nada que ver con el inicio del capitalismo.”
Video: ‘Sex, Race and Class’ — Extende Interview with Selma James on Her Six Decades of Activism
Watch Amy Goodman’s complete interview with the pioneering activist, writer and political thinker Selma James. For six decades, James has been on the front lines of working-class movements for women’s liberation and against racism. She launched the International Wages for Housework Campaign three decades ago, controversially arguing that women should be paid for housework. That argument is still timely today as a debate over women’s work rocks the presidential race. Democratic strategist Hilary Rosen sparked a firestorm last week when she said Republican presidential candidate Mitt Romney’s wife Ann has «actually never worked a day in her life.» Selma James, who coined the term «unwaged» labor to describe the work of housewives, notes that much of the world’s work consists of unpaid labor performed by women. «There’s an international division of labor of which we are all part, including those of us who are unwaged,” James says.
In this extended interview, Selma James takes us through six decades of her trailblazing activism, from the writing of her seminal 1952 essay «A Woman’s Place,» which she penned with encouragement from the late West Indian scholar C.L.R. James, who later became her husband, to today’s SlutWalk protests in London, England. Among her many acts of resistance over the years, James recounts how she sat with masked prostitutes in 1982 as they occupied a church to protest police abuses. She discusses her late husband, C.L.R. James, and how she joined his Johnson-Forest Tendency as a teenager and later worked with him in the Caribbean. Finally, she weighs in on today’s Occupy movement and the imprisonment of Mumia Abu-Jamal, whose book she edited. «The fact that so many people are in prison in the United States not only shapes the lives of millions … but it means that the whole society is much more repressive, because the standards of prison are constantly imprisoning the rest of us,» she says.
«Feminism and the politics of the commons»: Silvia Federichi
Our perspective is that of the planet’s commoners: human beings with bodies, needs, desires, whose most essential tradition is of cooperation in the making and maintenance of life; and yet have had to do so under conditions of suffering and separation from one another, from nature and from the common wealth we have created through generations. (The Emergency Exit Collective, The Great Eight Masters and the Six Billion Commoners, Bristol, May Day 2008)
The way in which women’s subsistence work and the contribution of the commons to the concrete survival of local people are both made invisible through the idealizing of them are not only similar but have common roots…In a way, women are treated like commons and commons are treated like women (Marie Mies and Veronika Bennholdt-Thomsen, The Subsistence Perspective: Beyond the Globalized Economy, London: Zed Books, 1999).
Reproduction precedes social production. Touch the women, touch the rock. (Peter
Linebaugh, The Magna Carta Manifesto, University of California Press, 2008)
Introduction: Why Commons
«Calibán y la bruja»: Reseña de Amparo Moreno Sardà
En 1984, Silvia Federici y Leopoldina Fortunati publicaron Il Grande Calibano. Storia del corpo social rebella nella prima fase del capitale (Milán, Franco Agneli). Veinte años después, Silvia Federici publicó Caliban and the Witch Women. The Body and Primitive Accumulation. Esta obra, traducida al castellano en 2010 como Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria, merece algo más que una reseña convencional.
En el Prefacio, Federici explica las diferencias entre las dos obras. Il Grande Calibano, fruto de un proyecto de investigación iniciado a mediados de los setenta con la feminista italiana Leopoldina Fortunati, fue un intento de repensar el análisis de la acumulación primitiva de Marx desde un punto de vista feminista, y una crítica a la teoría del cuerpo de Foucault, que ignora el proceso de reproducción, funde las historias femenina y masculina en un todo indiferenciado y se desinteresa por el “disciplinamiento” de las mujeres hasta el punto que nunca menciona la caza de brujas. La tesis que se defendía era que la historia de las mujeres requiere analizar los cambios que el capitalismo introdujo en el proceso de reproducción social y especialmente en el de reproducción de la fuerza de trabajo. Caliban y la bruja responde a un mayor conocimiento sobre la historia de las mujeres y a un contexto social diferente. En consecuencia, se propone repensar el desarrollo del capitalismo desde un punto de vista feminista evitando las limitaciones de una “historia de las mujeres” separada del sector masculino de la clase trabajadora.
«Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación primitiva»: Silvia Federici
- Introducción (21)
1. El mundo entero necesita una sacudida. Los movimientos sociales y la crisis política en la Europa medieval (33)
- Introducción (33)
- La servidumbre como relación de clase (36)
- La lucha por lo común (41)
- Libertad y división social (46)
- Los movimientos milenaristas y heréticos (51)
- La politización de la sexualidad (62)
- Las mujeres y la herejía (64)
- Luchas urbanas (68)
- La Peste Negra y la crisis del trabajo (73)
- La política sexual, el surgimiento del Estado y la contrarrevolución (78)
























