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«Reinaldo A. Carcanholo, In Memoriam»: Helder Gomes
Reinaldo A. Carcanholo, ejemplo de intelectual militante en su plenitud, acostumbraba a decir que durante mucho tiempo interpretó la crítica de Marx al capitalismo como la que se fundamenta en la percepción de un sistema de producción acelerada de riquezas que necesariamente producía miseria, también a gran escala. Sin embargo, decía él, con la intensificación de sus estudios sobre El Capital, pudo descubrir la crítica verdaderamente radical de Marx que consistía en concebir el capitalismo como el modo más extremo de violación de la propia naturaleza humana, pues convierte el trabajo realizador de la esencia del ser humano en la forma más profunda de trabajo alienado. De hecho fue desde esta perspectiva como nació y se desarrolló el humanismo que marcó la vida intelectual y revolucionaria del Profesor Carcanholo.
En los últimos años, a partir de un intenso proceso de investigación compartida con varios amigos, se dedicó a difundir su crítica contra lo que consideraba formas perversas de producción intelectual en relación con las obras de Marx. De este modo, atacó al sector de los que él consideraba como los adoradores de Marx, los que muestran su idolatría precisamente porque no conocen adecuadamente la dialéctica materialista; es más, porque nunca la han estudiado. Criticó también duramente a los que odian a Marx sin haberlo leído nunca. Incluía así en su denuncia a un conjunto formado por sacerdotes y pastores reaccionarios, profesores mal formados, intelectuales y escritores a sueldo de los intereses de las clases privilegiadas, etc. Pero también a los que quieren aparecer como progresistas posmodernos, políticamente correctos, que, para Carcanholo, están teóricamente vacíos, justamente porque niegan la posibilidad de la transformación revolucionaria y de la construcción de las condiciones de una realización plena de la naturaleza humana. Según Carcanholo, estos temen la revolución porque son unos privilegiados en esta sociedad tal como está.
«Convergencias: Origen y declinación del capitalismo»: Jorge Beinstein
Retorno al origen
En ciertos rituales funerarios de tiempos remotos los muertos eran colocados en posición fetal, por ejemplo se han encontrado restos de neardentales sepultados de esa manera con la cabeza apuntando hacia el Oeste y los pies hacia el Este, algunas hipótesis antropológicas sostienen que esa disposición del cadáver estaba relacionada con la creencia en el renacimiento del muerto. La civilización burguesa a medida que avanza su senilidad parece reiterar esos ritos, preparándose para el desenlace final apunta la cabeza hacia su origen occidental y va acomodando el cuerpo degradado buscando recuperar las formas prenatales intentando tal vez así conseguir una vitalidad irremediablemente perdida.
El fin y el origen aparentan converger, pero el anciano no consigue volver al pasado sino más bien reproducirlo de manera grotesca, decadente. Hacia el final de su recorrido histórico el capitalismo se vuelca prioritariamente hacia las finanzas, el comercio y el militarismo en su nivel más aventurero “copiando” sus comienzos cuando Occidente consiguió saquear recursos naturales, sobreexplotar poblaciones y realizar genocidios acumulando de ese modo riquezas desmesuradas con relación a su tamaño lo que le permitió expandir sus mercados internos, invertir en nuevas formas productivas, desarrollar instituciones, capacidad científica y técnica. En suma construir la “civilización” que llevó Voltaire a señalar: “la civilización no suprime la barbarie, la perfecciona”.
«La economía política de los muertos: la metáfora cognitiva de los vampiros en Marx»: Marcos Neocleous
Este artículo tiene como objetivo mostrar la importancia de la metáfora del vampiro en la obra de Marx. Al hacerlo, cuestiona intentos anteriores de explicar la utilización que hace Marx de la metáfora en el contexto de su estilo literario, el barroquismo gótico del siglo XIX o la Ilustración racionalista. En cambio, el artículo acepta la opinión generalizada que relaciona vampiros y capital, pero argumenta que el uso específico que hace Marx de esta relación solo puede comprenderse en el contexto de su crítica de la economía política y, en particular, de la economía política de los muertos.
Al final del volumen I de El Capital, Marx emplea una de sus habituales imágenes temáticas y retóricas: «Si el dinero viene al mundo con una mancha de sangre congénita en cada mejilla, el capital lo hace chorreando de la cabeza a los pies, por cada unos de sus poro, sangre y suciedad» (1). El comentario es un ejemplo de hasta que punto el tema de la sangre y el horror está presente en las páginas de El Capital. Según Stanley Hyman, en El Capital hay referencias a dos formas de terror. La primera se refiere a la sanguinaria legislación contra los vagabundos, y describe la forma en la que la población rural agrícola fue expulsada de su hogares, convertidos en vagabundos y posteriormente «azotados, marcados, torturados con leyes grotescamente terribles, obligados a aceptar la disciplina inevitable del sistema salarial».
La segunda se hace eco de los horrores experimentados por la gente en las colonias, «el secuestro, esclavitud y entierro en vida en las minas de los pueblos aborígenes. . . la conversión de África en un coto para la caza comercial de pieles negras » (2). Pero a estas podríamos añadir una tercera forma de terror: la clase burguesa chupa continuamente la sangre de la clase obrera occidental. Esta forma de horror no es otra que el terror de una clase de propietarios que actúa como vampiros en su deseo y capacidad de chuparle la vida a la clase obrera.
«Abrepalabra: sobre el discurso de El Capital»: Chris Gilbert
(Ensayo introductorio para el 2do Encuentro Internacional de Escuela de Cuadros: «Para qué sirve El Capital«)
El Capital: Crítica de la economía política es una obra de Karl Marx escrita a mediados del siglo XIX que expone el modo de producción capitalista –o la lógica de la forma social capital, si se prefiere. Como es bien conocido, lo explica como un modo de producción basado en la producción de plusvalor, que es la diferencia entre el valor mercantil de la fuerza de trabajo y el valor que ésta puede producir en un tiempo dado: diferencia apropiada por la clase capitalista. Esta forma histórica (la forma del capital) domina tanto el proceso de producción como la sociedad y la vida: las organiza y controla de manera generalmente creciente.
A menudo se dice que El Capital es una obra compleja, y en verdad lo es. Su complejidad deriva del hecho que es una obra científica, y la ciencia sólo existe cuando hay un problema cuya solución no es inmediata. Indudablemente este es el caso en el modo de producción capitalista que, pese a su extensión casi planetaria hoy día, oculta su funcionamiento esencial o interno. El problema que le presenta el sistema capitalista al científico no es fácil de resolver. El funcionamiento del sistema no se oculta por ser diminuto (en cual caso se podría hacer visible con el microscopio), ni por estar recubierto por una superficie dura (en cuyo caso se podría comprender tras un atrevido viaje al centro del mundo capitalista, a la Julio Verne). Más bien el escondimiento se produce socialmente por el propio sistema capital a través de un proceso de auto-ocultación que genera apariencias falsas e ilusiones fetichistas que invierten la realidad.
«An Introduction to the History of Crisis Theories»: Anwar Shaikh
Introduction
This paper is about the history of crisis theories. Broadly speaking, the term «crisis» as used here refers to a generalized set of failures in the economic and political relations of capitalist reproduction. In particular, the crises we seek to examine are those towards which the system is internally driven, by its own principles of operation. As we shall see, it is in the nature of capitalist production to be constantly exposed to a variety of internally and externally generated disturbances and dislocations. But only at certain times do these «shocks» set off general crises. When the system is healthy, it rapidly revives from all sorts of setbacks; when it is unhealthy, practically anything can trigger its collapse. What we seek to examine is different explanations of how and whyy the system periodically becomes unhealthy.
I Reproduction and Crisis
Consider how peculiar capitalist society is. It is a complex, interdependent social network, whose reproduction requires a precise pattern of complementarity among differen productive activities: and yet these activities are undertaken by hundreds of thousands of individual capitalists who are only concerned with their private greed for profit. Is is a class structure, in which the continued existence of the capitalist class requires the continued existence of the working class: and yet no blood lines, no tradition, no religious principle announces who is to rule and who is to be ruled. Is is a cooperative human comunity, and yet it ceaselessly pits each against the other: capitalist against worker, but also capitalist against capitalist and worker against worker.
«The profit rate in the presence of financial markets: a necessary correction»: Alan Freeman
In the past two decades the number, variety, and monetary value of marketable financial instruments, particularly securitized instruments, has grown by orders of magnitude. This is the most significant development in what many writers, for the most part Marxist, term ‘financialisation’1. It brings to light, however, an anomaly in the way they calculate the profit rate. This calculation takes no account of the capital tied up in these instruments.
This article shows that when this omission is corrected, there is a consistent long-run fall in the UK and US rate of profit which, contrary to the figures widely used by Marxists, have both fallen almost monotonically since 1968.
Why does this matter? First, the profit rate figures prominently in Marx’s own theory, as is clear from his published works. It is the explicit subject of the first 15 chapters of Capital Volume III (Marx, 1981: 117-378) and dominates the remaining analysis. Second, the results shed light on current debates about the cause of the present extended crisis. A significant group of writers (see Choonara, 2011) argue that this is recent in origin, unconnected with the serious difficulties that beset Western economies in the 1970s, and follows a recovery from that crisis, brought about by neoliberalism, in the 1980s. Thus Husson:
«After the generalized recessions of 1974-5 and 1980-82, a new phase opened in the functioning of capitalism, one which one could for convenience call neo-liberal. The beginning of the 1980s was a real turning point. A fundamental tendency towards increasing the rate of exploitation was unleashed, and that has led to a continuous rise in the rate of profit» (2008).
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«Michael Heinrich, Marx’s law and crisis theory»: Michael Roberts
Michael Heinrich is an exponent of what is known as the ‘New German Reading of Marx’, which interprets the theory of value that Marx presents in Capital as a socially specific theory of ‘impersonal social domination’. He is a collaborator on the MEGA edition of Marx and Engel’s complete works and has published several philological studies of Capital. He has also authored a work on Marx’s theory of value, The Science of Value, which is forthcoming in the Historical Materialism book series. And recently he has published An Introduction to all Three Volumes of Capital as his first full-length work to appear in English.
I am not going to do a critique of Heinrich’s views on the theory of value, as this has been done by Guglielmo Carchedi in his book, Behind the Crisis (see chapter 2). But I am moved to respond to a recent article of Heinrich’s in the American Monthly Review, entitled Crisis theory, the law of the tendency of the rate of profit to fall and Marx’s studies in the 1870s (monthlyreview.org).
In this article, Heinrich makes the following points: 1) Marx’s law is inconsistent because its categories are indeterminate; 2) it is empirically unproven and even unjustifiable on any measure of verification; 3) Engels badly edited Marx’s works to distort his view on the law in Capital Vol 3; 4) Marx himself in his later works of the 1870s began to have doubts about the law as the cause of crises and started to abandon it in favour of some theory that took into account credit, interest rates and the problem of realisation (similar to Keynesian theory); 5) Marx died before he could present these revisions of his crisis theory, so there is no coherent Marxist theory of crisis.
“Lliçons sobre el capítol sisè (inèdit) de Marx de Claudio Napoleoni»: Ivan Gordillo
“El capital, llibre I, capítol VI (inèdit). Resultats del procés immediat de producció”1 més conegut amb el nom d’Inèdit és un text escrit per Marx als voltants de 1865 que finalment no va incloure en la versió definitiva del llibre I de El capital que va aparèixer per primera vegada el 1867. Aquest text es pot trobar individualment en edicions en format llibre que no superen les 150 pàgines. És, per tant, un text de reduïdes dimensions si ho comparem amb altres obres del pensador alemany.
Tot i el caràcter de treball previ no definitiu, l’Inèdit és d’especial interès perquè conté gran part del contingut teòric essencial del llibre I de El capital. A més, està escrit en un estil força menys farragós que d’altres obres de l’autor pel que creiem pot ser de gran utilitat als lectors novells en el pensament de Marx o aquells que volen iniciar-se en la lectura de El capital.
¿Para qué sirve El Capital?: Iñaki Gil de San Vicente
Texto escrito para el 2do Encuentro de Escuela de Cuadros que se llevará a cabo en la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG), Caracas, del 30 de mayo al 1 de junio del 2013.
Estamos reunidos aquí para reflexionar sobre una interrogante ¿Para qué sirve El Capital? La respuesta es simple e inmediata: para avanzar al comunismo mediante la revolución socialista. El Capital fue escrito para ser la obra cumbre de toda la impresionante praxis revolucionaria de Marx, pero también de Engels. Será esta respuesta inmediata la que oriente este texto. Sin la perspectiva práctica revolucionaria, sin la perspectiva política en suma, nada del marxismo es comprensible, y por tanto El Capital es ininteligible. Ahora bien, como iremos viendo, la política marxista no se reduce a la politiquería parlamentarista por muy de izquierdas y de masas que diga ser, y menos todavía burguesa y reformista, sino que en sí misma, la política revolucionaria es la síntesis del resto de prácticas económicas.
«Primitive Accumulation: From Adam Smith to Angela Merkel»: Michael Perelman
The barbaric wave of austerity crashing across Europe and much of the rest of the world both resembles and differs from the classical period of primitive accumulation which deprived masses of people of their means of production. Although landgrabs continue in this modern version of primitive accumulation, the central thrust is the destruction of all public wealth in the interest of capital. Another difference is that classical political accumulation reflected the optimism associated with a new form of making wealth, while viciousness of modern primitive accumulation seems to be an attempt to recapture the vitality of early capitalism. However, despite the short-term benefits of such cannibalistic policies for capital, in the end the result will be detrimental to the capitalists, as well as the rest of society.
Michael Perelman is a Marxist economist and economic historian and a professor of economics at California State University, Chico. He has has written numerous books and academic articles on the topic of primitive accumulation, including The Invention of Capitalism: The Secret History of Primitive Accumulation (2000).
«Crisis capitalista, política económica y tendencias de reconfiguración del orden mundial»: Claudio Katz
Crisis capitalista, política económica y tendencias de reconfiguración del orden mundial.
Segunda sesión temática Economía mundial, economías nacionales y crisis capitalista.
Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales.
Miércoles 7 de noviembre de 2012 en el Aula magna de la Casa de la Primera Imprenta de América.
«Eurozone. A Crisis of Financialised Capitalism»: Costas Lapavitsas
Keynote Lecture by Professor Costas Lapavitsas.
Dictatorship of Failure: Interdisciplinary Perspectives on the European Political and Economic Crisis. Symposium organised at the Helsinki Collegium for Advanced Studies, 15 November 2012.
Helsinki Collegium for Advanced Studies
«Las causas de la crisis: las finanzas y la tasa de ganancia»: Alan Freeman
En los últimos meses hemos visto un creciente debate entre los marxistas en torno a la tasa de ganancia de EE UU y su relación con la presente crisis. Resulta paradójico, ya que en su mayor parte los marxistas rechazan el propio relato de Marx sobre la relación entre la acumulación y la tasa de rentabilidad; de hecho, recientemente, Michael Heinrich ha argumentado que Marx no tenía ninguna teoría de la crisis y que no hay ninguna base para suponer que la acumulación capitalista conduzca a una caída de la tasa de ganancia. Sin embargo, existe un amplio acuerdo con Duménil y Lévy que después del descenso prolongado de posguerra, la tasa de beneficio en EEUU comenzó a aumentar en la década de 1980, recuperándose al final de los años 1990 y marcando el comienzo de una nueva fase de expansión en EEUU.
Andrew Kliman, en Una crisis de la producción capitalista/1, ha provocado una controversia considerable con la afirmación contraria, basada en un razonamiento coherente y con una amplia evidencia empírica, según la cual la tasa de ganancia en EEUU ha continuado su tendencia a la baja.
«The four laws of ecology and the four anti-ecological laws of capitalism»: John Bellamy Foster
Climate & Capitalism is pleased to publish, with permission from John Bellamy Foster and Monthly Review Press, this excerpt from Chapter 6 of The Vulnerable Planet.
In the first part of the chapter, Foster discusses the “qualitative transformation in the level of human destructiveness” that characterized capitalist production after World War II. This transformation included massive increases in the use of synthetics that could not be readily reabsorbed by nature, accompanied by a radical expansion in the use of all forms of energy, particularly fossil fuels. These changes in the patterns of production, he writes, are “the chief reason for the rapid acceleration of the ecological crisis in the postwar period.”
In the rest of the chapter, published here, he discusses the factors that underlie capitalism’s ever-growing conflict with nature.
«From the Oil Crisis to the Great Recession: Five crises of the world economy»: J. A. Tapia Granados
ABSTRACT — This article makes the case that the global economy has gone through five crises since the 1970s to the present. This implies not only that the world economy is a real entity, but also that the usual view that poses national economies as units of economic analysis is an approach with major limitations. The paper discusses the concept of “economic crisis” and provides data indicating that the world economy, not national economies, is the major unit to be analysed when trying to understand the economic reality of our time, and particularly the reality of crises. These crises are discrete, countable phenomena, distinctive states of an entity that can be properly called world economy, or world capitalism. Data on capital formation, on growth of the world output, of monetary aggregates, of unemployment rates and on industrial activity indicate five major “dips” of the global economy, i.e., world recessions, in (i) the mid 1970s, (ii) the early 1980s, (iii) the early 1990s, (iv) the early 2000s, and (v) the Great Recession that provisionally can be dated 2007-2009. To a large extent business cycle chronologies of national economies such as those produced by the NBER, the OECD, or other institutions are largely consistent with these five crises of the world economy which, obviously, had different manifestations in different nations and economic regions.
























