¿“Revolución archivística” de los estudios vygotskianos? Revelar los archivos de Vygotsky»: Antón Yasnitskiy
Traducción y adaptación transliteral: Efraín Aguilar
Liev Siemiónovich Vygotskiy (1896–1934) sin duda está entre los pioneros más populares de la psicología de todos los tiempos. Vygotskiy es reverenciado, admirado y a menudo percibido como una autoridad de suma importancia en varios campos de la investigación en las ciencias humanas, desde la educación de la primera infancia hasta la psicolingüística y la neuropsicología. En otras0 palabras, está claro que Liev Vygotskiy ha devenido figura de culto para una gran cantidad de intelectuales.
El inicio del culto a Vygotskiy, que también es referido como el “boom Vygotskiy” (Cole, 2004; Garai y Kocski, 1995), se remonta a 1978 cuando el libro Mind in Society (1978) (El desarrollo de los procesos psicológicos superiores, Ed. Crítica, 1979) salió bajo el nombre de Vygotskiy y el notable filósofo británico-estadunidense Stephen Toulmin publicó su recensión a ese libro titulada “El Mozart de la Psicología” (Toulmin, 1978), donde se refería a Liev Vygotskiy como el Mozart de la psicología y a su mano derecha y colaborador, Alieksánder Románovich Luria, como el Beethoven. Mientras que la segunda comparación fue largo tiempo olvidada, la asociación entre el genio de Mozart y el de Vygotskiy parece haber sobrevivido y permanece como uno de los lugares comunes de la historiografía contemporánea (o más bien “mitología”, como dicen algunos) de la psicología soviética. Después de la publicación de Mind in Society, la celebrada noción de la “zona de desarrollo próximo” devino quizá el concepto más conocido asociado con el universo de Vygotskiy.
Llama la atención que Vygotskiy en realidad nunca escribió la versión de su libro más famoso en occidente, Mind in Society: ese libro es una compilación y yuxtaposición de fragmentos tomados de diferentes trabajos de Vygotskiy escritos durante diferentes periodos de su carrera científica. En el prefacio los editores confiesan varias veces que ellos “construyeron” algunos capítulos del libro, mientras que otros “resumen” o están “basados en” los verdaderos escritos de Vygotskiy (Cole, John-Steiner, Scribner, y Souberman, 1978). Aún más, los editores explican que “en varios lugares [hemos] insertado material de fuentes adicionales para explicar mejor el significado del texto… En algunos casos los pasajes han sido tomados del trabajo de los estudiantes o colaboradores de Vygotskiy que facilitaron ejemplos concretos de los procedimientos experimentales o resultados que el texto original describe con extrema brevedad… Al poner juntos ensayos separados nos hemos tomado libertades significativas. El lector no hallará aquí una traducción literal de Vygotskiy, por lo que hemos omitido material que parecía redundante y al cual hemos agregado material que pareció aclarar sus puntos de vista”. Y, finalmente, los editores agregan: “Nos damos cuenta que al manipular el original podemos haber distorsionado la historia; sin embargo, esperamos que al establecer nuestros procedimientos para adherirnos tanto como fuera posible a los principios y contenido del trabajo, no habremos distorsionado el significado de Vygotskiy” (Cole et al., 1978, p. x).
A menudo no se entiende que el concepto quizá más famoso de Vygotskiy en occidente, la “zona de desarrollo próximo”, está lejos de ser el centro de todo su sistema de pensamiento y ocupa solo unas cuantas docenas de páginas en la colección de los trabajos de Vygotskiy en seis tomos (Chaiklin, 2003; Tudge, 1999). Además, permanece como “uno de los constructos más usados y menos entendidos de la literatura educativa contemporánea” (Palincsar, 1998, p. 370) y, como dicen algunos, “es un peligro que el término sea usado como algo más que una alternativa a la terminología piagetiana de moda o al concepto de IQ para describir diferencias individuales en conocimientos o en potencial” (Mercer and Fisher, 1992, p. 342).
El boom Vygotskiy ya fue aparente a fines de los años 1980s y tan pronto como en 1988 Jaan Valsiner remarcó en su libro la relación inversa entre la popularidad de la teoría de Vygotskiy y su entendimiento (Valsiner, 1988). El relato más completo de la historia intelectual de Vygotsky así como de su teoría histórico-cultural desde que vivió Vygotskiy a la fecha, fue publicado en otro libro por René van der Veer y Jaan Valsiner casi veinte años atrás. Desde la primera página los autores se cuidan de los peligros de hablar del “‘genio’, como naturaleza de Vygotskiy”, lo que puede ser “un buen medio de advertencia pero que tal vez no conduzca al entendimiento del contenido y las implicaciones de las ideas del ‘genio’”. Como resultado de tal admiración y actitudes no críticas del “genio”, muchas veces “a Vygotskiy se le atribuye ‘estar 50 años adelantado a su tiempo’ en ideas que él mismo acreditó a sus predecesores de los años 1890s e inicios de los 1900s” (Van der Veer y Valsiner, 1991, p. 1). En un libro más reciente, los autores observan que la popularidad de Vygotskiy es a menudo explicada por la moda contemporánea de las ideas sociogenéticas y arguyen que la mayoría de las referencias a Vygotskiy —así como a otros autores— de hecho no son más que “declaraciones de fe”:
En las últimas tres décadas del siglo veinte, ha devenido aceptable (hasta de moda. . .)
considerar las funciones psicológicas del hombre como sociales en su naturaleza. A
menudo esta posición solo es declarada por breves, pero con frecuencia glorificantes
referencias a los pensadores del pasado que sostuvieron tal postura. Con frecuencia los
nombres de Liev Vygotskiy, George Herbert Mead y otros son usados para enfatizar la
naturaleza social de las funciones psicológicas humanas. Declaraciones de fe, por
supuesto, son hechas a menudo junto con la evocación de una figura de autoridad: “tal
como X (e.g., Vygotskiy, Mead, Tom Sawyer, Marx) demostró, la mente es A (e.g.
social), y no B (e.g. biológicamente determinada)”. (Valsiner y Van der Veer, 2000, pp.
3–4)
Es más, la multitud y, todavía más importante, la diversidad de interpretaciones contemporáneas sobre Vygotskiy lleva a algunos autores a discutir las “versiones de Vygotskiy” (Gillen, 2000) y llegan tan lejos como preguntarse con pesimismo si alguien lee en realidad las auténticas palabras de Vygotskiy en estos días (Gredler y Schields, 2004).
Pero la situación no es tan desesperada como parece. Después de la perestroika en la segunda mitad de los años 1980s, del colapso de la Unión Soviética y del final de la Guerra fría en 1991, el interés por los estudios soviéticos y tópicos relacionados declinó y la psicología soviética per se gradualmente perdió su atractivo como una tendencia científica exótica. Al mismo tiempo, parece que la percepción sobre Vygotskiy entre los académicos internacionales también ha cambiado a lo largo de las últimas dos décadas. La imagen del “genio solitario” de Vygotskiy está en declive y somos testigos del nacimiento de un campo nuevo en los estudios vygotskianos (en Rusia: vygotskoviedienie, en español podría ser tendencia vygotskiana) basado en las ideas de la “cognición distribuida (inteligencia, habilidad)” (Salomon, 1997), en el origen cultural y colaborativo de las teorías y prácticas científicas, en una transición del desarrollo del plano de lo “inter-” a lo “intramental” (Vygotsky, 1931/1997), en la esencial “interdependencia” de las ideas científicas (Valsiner y Van der Veer, 2000) y nociones similares. En otras palabras, la perspectiva del “enfoque histórico-cultural a la psicología histórico-cultural” (Cole, 1996; Stetsenko, 2003, 2004; Stetsenko y Arievitch, 2004; Valsiner y Van der Veer, 2000) parece hoy estar en su momento y muchas publicaciones recientes muestran ejemplos excelentes de este abordaje integral y cultural hacia el legado científico vygotskiano. Entre lo más característico de las publicaciones recientes que ilustran el crecimiento e institucionalización del campo de los estudios vygotskianos publicados en la última década tenemos una compilación glosada de los trabajos de Vygotskiy, Essential Vygotsky (2004), editada por Robert W. Rieber y David K. Robinson con la colaboración de Jerome Bruner, Michael Cole, Joseph Glick, Carl Ratner y Anna Stietsienko; así también la nueva edición revisada de An Introduction to Vygotsky (2005), editada por Harry Daniels y además The Cambridge Companion to Vygotsky (2007), editado por Daniels, Cole y James V. Wertsch. Estos y muchos otros nuevos trabajos en vías de publicación nos dan nuevas reflexiones para la teoría histórico-cultural del desarrollo de las funciones mentales superiores de Vygotskiy y sus numerosos colaboradores y asociados, y socaban las narraciones hagiográficas “abusivas” (Kurt Danziger) acerca del Vygotskiy que “sin ayuda” cambió el pensamiento psicológico del siglo veinte. Dos tendencias notables en particular, caracterizan el rápido crecimiento del campo de los estudios vygotskianos.
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19/07/2013 a las 05:16¿“Revolución archivística” de los estudios vygotskianos? Revelar los archivos de Vygotsky”: Antón Yasnitskiy | Hans Mejía Guerrero
























