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«La actividad humana en la Psicología Histórico-cultural»: Rosalia Montealegre

Resumen

El objetivo de este trabajo es analizar diferentes posiciones teóricas que sitúan como centro de debate el análisis de los aspectos diferenciales del funcionamiento mental y de las causas que generan tales diferencias. Son perspectivas que, en cierto sentido y en distinto grado, abandonan la posición hegemónica detentada por el estudio de los aparentes invariantes de la mente. Con ello se pretende resaltar algunas claves conceptuales que nos permiten entender el presente de dicha disciplina. En concreto exploraremos dos líneas de pensamiento interesadas en analizar el papel de la cultura en la vida mental. Una primera arranca de la tradición positivista y realista de la Ilustración, teniendo su versión más actualizada en la Psicología Transcultural. Una segunda proviene de posiciones relativistas como la que encarna el movimiento de la Revolución Romántica contra el racionalismo de la Ilustración. Esta toma forma en la segunda psicología de Wundt

 

Palabras clave: teoría de la actividad; actividad humana; actividad intelectual humana

 

Introducción

 

El aspecto conceptual, dentro de la psicología histórico-cultural, que ha guiado este trabajo es la noción de actividad humana. A.N. Leóntiev es la figura responsable de la formulación general de la Teoría de la Actividad. Posteriormente han contribuido a su explicación, investigadores como A.R. Luria; P.Y. Galperin; V.V. Davídov; V.P. Zichenko, entre otros.

La actividad acentúa una forma de relación dialéctica entre el sujeto y el objeto, donde: a) el ser humano al transformar el objeto se transforma a sí mismo; y b) la relación con el objeto se presenta al sujeto justamente como tal, como relación, y por ello regula la actividad.

 

Los elementos constitutivos de la actividad son:: a) la orientación, se parte de determinadas necesidades, motivos y tarea; y b) la ejecución, consiste en realizar acciones y operaciones relacionadas con las necesidades, los motivos y la tarea. En toda actividad humana se debe tener clara la finalidad, así como también las condiciones de realización y de logro.

 

En L.S. Vygotsky, creador de la psicología histórico-cultural, se encuentran las bases de la teoría de la actividad humana al plantear: a) Lo social como la esencia de lo psíquico y el carácter mediatizado de la psiquis humana por medio del instrumento y el signo (instrumento psicológico); b) La sociogénesis de las formas superiores de comportamiento, las denominadas funciones psíquicas superiores -FSP-. En el proceso del desarrollo, el niño asimila no sólo el contenido de la experiencia cultural de la humanidad, sino también los medios de pensamiento cultural, los procedimientos y las formas de comportamiento cultural; c) La ley genética del desarrollo cultural: toda función psíquica aparece en escena dos veces, en dos planos, primero social y luego psicológico; primero entre las personas como categoría interpsíquica y luego en el interior del niño, como categoría intrapsíquica. El desarrollo de las funciones psíquicas siempre comienza con la formación de acciones externas.

 

Dentro de la psicología histórico-cultural se precisa la unidad orgánica (pero no la identidad) de la psiquis y la actividad. Podemos decir que la actividad es la fuerza motriz que impulsa el desarrollo de la psique. Existen dos tipos concretos de actividad humana: la práctica encaminada a lo externo; y la teórica a lo interno. La actividad teórica surge y se desarrolla influida por los objetivos de la actividad práctica y contribuye a que tales objetivos se alcancen de la manera más efectiva. La actividad teórica lleva a la formación del pensamiento conceptual (pensamiento lógico verbal).

 

Toda actividad implica una serie de acciones dirigidas a una finalidad. Pero, la elección del camino de la acción, la determinación del contenido concreto de la acción y la adaptación de la acción a las condiciones del momento, son tareas de la actividad orientadora-investigativa del ser humano. Comprender una situación dada es una tarea general de la actividad orientadora-investigativa.

 

En este trabajo, en primer lugar, se presenta la concepción de la actividad humana en la psicología histórico-cultural: el carácter objetal (material) de la actividad; la concepción del reflejo psíquico de la realidad objetiva; los eslabones de la actividad, el de orientación y el de ejecución; la finalidad de la acción, la acción mediada por instrumentos; la formación de acciones mentales; la importancia del lenguaje en la orientación y regulación de la acción; y la asimilación o apropiación cultural. En segundo lugar, se analiza la actividad intelectual humana: el papel de la actividad orientadora-investigativa; la actividad intelectual ligada a la actividad de estudio: las acciones intelectuales de comprensión del texto y de memorización como indispensables en el proceso de apropiación de conocimientos y habilidades.

 

 

Avances en Psicología Latinoamericana (2005) Num.023. Pp 33-42

 

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