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«La determinación de los precios de producción»: Paolo Giussani

La característica común a todas las criticas que, desde finales del siglo pasado, se han dirigido incesantemente al procedimiento de la llamada transformación de las magnitudes de valor de las mercancías en magnitudes de precio, basadas en el supuesto de una tasa de beneficio uniforme para todas las industrias —procedimiento expuesto en el capítulo 9 del libro III de El Capítal de Marx—, es la ausencia de transformación de las magnitudes de valor de los medios de producción y de la fuerza de trabajo (los inputs). Cuando se corrige esta aporía, argumnentan todos los críticos, se ve inmediatamente que las dos ecuaciones fundamentales de la transformación marxiana (suma de los precios = suma de los valores; suma de los beneficios = suma de los plusvalores) no pueden mantenerse simultáneanuente, con lo que resulta que la tasa general de beneficio no puede ya calcularse según la ley del valor de Marx, y las propias magnitudes de valor dejan de desempeñar función alguna en el calculo de los precios de produccíon.

Se trata de un resultado que deriva directamente del supuesto de que los precios de los productos y de los medios de producción deben necesariamente determinarse de forma simultánea, supuesto que ha sido siempre aceptado acrítica y pasivamente por la mayoría (incluidos muchísimos marxistas), sobre todo tras la consolidación entre los economistas «de izquierda » de la teoría de los precios y de la distribución de la renta de Sraffa pero que está mucho menos fundamentado de lo que pudiera parecer. Una vez demostrado que este presupuesto (que no se encuentra en Marx) es irracional y debe salir de la escena, todas las críticas hechas a la determinación marxiana de losprecios de producción y de la tasa de beneficio pierden toda razón de ser.

1. La determinación simultánea de los precios

N ingún tratamiento de los precios de producción aparecido hasta el momento —y el de Sraffa de 1960, menos que ninguno— se ha preocupado de ofrecer una justificación teórica del procedimiento de calculo simultáneo de los precios de los inputs y de los outputs; sin embargo, existe un tipo de razonamiento entre los iniciados según el cual «los precios deben ser necesariamente precios simultáneos, ya que los precios de todas las mercancías se basan, no en los costes de producción (o en el trabajo) habidos en el pasado, en la época en que se produjo la mercancía, sino en los costes (o cantidad de trabajo) actuales». Cualquier observador atento percibirá fácilmente que se trata de un razonamiento completamente circular.

Si los precios se determinan por los costes actuales, hay que establecer cuáles son estos costes actuales, pero puesto que éstos son a su vez precios (de los diferentes inputs), todo desemboca en la proposición de que los precios (actuales) están determinados por los precios (actuales). Otra idea, expresada también por Joan Robinson, es mucho más elemental, casi trivial. Puesto que las mismas mercancías poseen el mismo precio tanto como output que como input —se afirma—, un precio (desconocido) igual para las mismas mercancías debe aparecer tanto en el lado izquierdo como en el derecho de las ecuaciones que sirven de base para el cálculo de los precios. Por desgracia, este razonamiento olvida, como veremos, que una mercancía determinada no puede actuar simultáneamente como ínput y como output.

La determinación de los precios de producción

Paolo Giussani Universidad de Greenwich, Londres.

Política y Sociedad, 14/15 (1993-1994), Madrid, (PP. 235-244).

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